Construido en época del
emperador Augusto sobre los restos de unos posibles
almacenes portuarios, el
Teatro romano de Tarragona se fue ampliando y utilizando hasta el final del
siglo II d.C. Fue redescubierto al final del
siglo XIX y sufrió importantes destrucciones en el curso del
siglo XX. Actualmente está adscrito al
Museu Nacional Arqueològic de Catalunya (MNAT) y se conservan los restos de
tres partes fundamentales del edificio:
cavea (gradería),
orchestra (hemiciclo al pie de la gradería reservado a las personalidades) y
scaena (el espacio escénico y las instalaciones de apoyo a las representaciones)
El Teatro romano es uno de los
grandes monumentos de la
Tárraco romana que quedaban pendientes de actuación, dada la
complejidad de su
ubicación y tamaño dentro del entramado urbano de la ciudad. Esta semana, el
Departament de Cultura ha iniciado las
obras de adecuación, con la voluntad de
poner en valor los restos arqueológicos, integrarlo en el
circuito de visita de los equipamientos patrimoniales de la ciudad de Tarraco y garantizar la
conservación futura del monumento.
La
primera fase del proyecto, que finalizará
este verano, incluirá la
búsqueda y la excavación arqueológica del monumento para conocer mejor los espacios arqueológicos; la ejecución de los
trabajos de conservación y restauración de los restos; y la
museización del espacio que hará comprensible al visitante la
envergadura que tuvo este monumento en
época romana.