Durante casi un año, un equipo de
12 restauradores y conservadores, dirigidos por el
Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya (CRBMC) ha estado trabajando en la restauración de las pinturas murales de la
Capilla de los Dolores de la Basílica de Santa María de Mataró. El objetivo ha sido preservar el conjunto, frenar las degradaciones y eliminar los efectos para recuperar el valor artístico de la obra.
Este
conjunto pictórico es una de las joyas del
arte barroco catalán, catalogada como bien cultural de interés nacional por la
Generalitat de Catalunya. De unos 300 m2, fue pintado entre los años 1722 y 1737 por
Antoni Viladomat Manalt.
LA INTERVENCIÓN Después de la realización de
estudios previos para valorar el estado del conjunto, se procedió a la intervención. La parte más intensiva e importante de la actuación ha sido la
limpieza de la suciedad superficial, que oscurecía el color de sus pinturas. Esta parte se ha realizado con especial cura, ya que se trataba de una pintura mural hecha
al temple y había sufrido diversas repintadas y barnizadas. El resultado ha dejado a la vista la realidad del
conjunto mural.
Posteriormente se ha fijado la capa de pintura y se ha consolidado el
soporte de yeso, ya que había sufrido numerosos levantamientos, descamaciones y zonas disgregadas por las
filtraciones de humedad que había habido previamente. La última fase de ha consistido en la reintegración pictórica para
igualar estéticamente el conjunto.
En el marco de la restauración se ha renovado también el
sistema de iluminación y se instalación eléctrica para adaptarlo a la normativa vigente y dotar el espacio de un sistema de iluminación que permita
potenciar la belleza del conjunto y adecuarlo a la conservación de las
pinturas murales y de todas las obras de la Capilla.