Visita libre aLa Roca del Moros

Se documentan diversas agrupaciones de trazos grabados, entre ellos líneas verticales, inclinadas, y entrelazadas, formas geométricas y motivos de peces. Las incisiones pueden corresponder a diferentes momentos de realización. El conjunto de peces se atribuye a la Alta Edad Media.

Foto: Grabados G3 peces Alta Edad Media
En esta agrupación se localizan los tres peces, posiblemente de la Alta Edad Media, realizados con trazo fino, junto con otros trazos, en una composición entrelazada y confusa.

En el mural se observan diversos grabados de época finipaleolítica o epipaleolítica. Son principalmente motivos figurativos repartidos por la superficie. El elemento más completo es el de la cierva grabada con trazo fino en la parte alta del mural, pero encontramos también contornos perfilados de cuadrúpedos, que en el caso de los toros, se vinculan con las figuras pintadas.

Foto: Gravats G1 cierva
Cierva finipaleolítica o epipaleolítica situada en la parte más alta del conjunto, a la izquierda del mural, junto con unas inscripciones ibéricas. Siguiendo el estilo finipaleolítico, está grabada con un perfil estilizado con trazo fino y relleno de trazos longitudinales.

Foto: Gravat G4a cierva
Contorno perfilado e incompleto de una cierva (G4a). Esta presenta orejas puntiagudas y rectas, cabeza alargada, morro fino, cuello, inicio de las patas delanteras y línea abdominal. Su atribución cronocultural es dudosa.

Foto: Grabado G7a cuadrúpedo
La figura del cuadrúpedo (G7a), realizada con trazo grueso, presenta el perfil del dorso prácticamente recto, ligeramente inclinado en la parte trasera, y el cuello y la cabeza con morro recto. Su atribución cronocultural es dudosa.

Foto: Grabado bóvido 12
Bóvido núm. 12 con los grabados asociados (en rojo los trazos que no se pueden vincular directamente a la figura del animal).

Foto: Grabado bóvido 20
Bóvido núm. 20 con los grabados asociados (en rojo los trazos que no se pueden vincular directamente a la figura del animal).

Foto: Grabado bóvido 21
Bóvido núm. 21 con los grabados asociados (en rojo los trazos que no se pueden vincular directamente a la figura del animal).

Los signos latinos están mayoritariamente repartidos entre diferentes líneas situadas en la parte alta y media del mural, bajo el grupo pictórico de la cacería de los ciervos esquemáticos y los grupos de cérvidos levantinos, a la derecha del mural.

Las transcripciones que se han realizado señalan votos de carácter religioso de época romana, posiblemente del siglo I aC.

Los signos ibéricos se localizan mayoritariamente en la parte alta del abrigo, por encima de la escena de cacería de ciervos esquemáticos. Se trata de signos repartidos entre una línea que recubre a la cierva grabada, y dos líneas inclinadas, las más largas de todo el conjunto.

Se han propuesto diferentes transcripciones, pero la superficie granulosa impide precisar algunos de los signos alfabéticos y, por lo tanto, las lecturas.

Situado frente al personaje anterior. El animal presenta un desconchado, producido por una pedrada, que ha destruido la parte inferior de la cabeza y el cuello. A pesar de ello, su morfología nos muestra un cuerpo macizo con restos de una cabeza de frente recta y pequeñas orejas, de donde arranca una curva dorsal que decrece hacia la parte posterior y se prolonga con una larga cola. También se distinguen la curva abdominal y las cuatro patas.

Situado en la parte superior derecha del friso, manifiesta movimiento por la inflexión que presentan las piernas. Sostiene un arco y cinco posibles flechas, que probablemente acerca a la cabeza de un jabalí, lo que le confiere un carácter ritual tal vez relacionado con el resto de composiciones.
Tiene la cabeza redondeada y aparentemente aplanada por algún tipo de tocado y el tronco es delgado, con un ornamento que cuelga a ambos lados del cuerpo. En la cintura destaca otro distintivo relacionado posiblemente con el pene, sujeto al cuerpo en forma de funda fálica o similar.

Yuxtapuestos en el lado derecho de los anteriores. Se trata de trazos negros asociados que podrían responder al cuerpo de una figura humana: tronco y brazos. En la documentación anterior, de 1985, fueron considerados como un motivo posiblemente esquemático.

Situados a la derecha y en una cota superior respecto a la cierva precedente y cerca de la cierva núm. 39. Conforman una forma irregular alargada en vertical de color castaño rojizo.

Se localiza en la base del mural por debajo de las figuras 33 y 34. Se trata de los restos de una cierva de tono castaño negruzco, orientada a la izquierda. Solo se ha conservado parte de la cabeza con dos orejas tiesas, fragmentos de la línea dorsal, posible cola pequeña y restos de las patas.

Se localizan a la derecha de la pareja 43-44 y en el extremo derecho de la agrupación. Debido a la erosión y la actividad antrópica, las extremidades inferiores prácticamente han desaparecido. Posiblemente fueron pintadas en el mismo momento que la pareja 33-34. La 47 es más pequeña; parece una adolescente que va cogida de la mano de la mayor. Muestran cabezas triangulares, tronco delgado, hombros rectos, caderas marcadas, visten faldas ajustadas y la figura 46 lleva una bolsa que se podría confundir con un pecho.

Se localizan a la derecha de la pareja 43-44 y en el extremo derecho de la agrupación. Debido a la erosión y la actividad antrópica, las extremidades inferiores prácticamente han desaparecido. Posiblemente fueron pintadas en el mismo momento que la pareja 33-34. La 47 es más pequeña; parece una adolescente que va cogida de la mano de la mayor. Muestran cabezas triangulares, tronco delgado, hombros rectos, caderas marcadas, visten faldas ajustadas y la figura 46 lleva una bolsa que se podría confundir con un pecho.

Está situado entre la pareja 43-44 y por debajo de la falda de la 44. Se trata de los restos de un animal indeterminado de color rojizo, que ha perdido la parte frontal (cabeza y patas delanteras). A pesar de ello, se observan un dorso irregular de tendencia recta, la zona abdominal curva, la parte inguinal bien marcada y una sola pata trasera. El motivo indica, como otros restos, la existencia de figuras más antiguas en el conjunto. El cuadrúpedo está orientado a la derecha, como las figuras 39 y 40.

Ubicadas a la derecha del personaje fálico, estas dos mujeres podrían ser las primeras del conjunto. Muestran la cabeza triangular, un tronco perfilado y delgado y las caderas anchas cubiertas por una falda. Van cogidas de las manos. Las faldas, acampanadas, son parecidas, aunque la 44 presenta también unos picos en la parte inferior. La 43 luce un collar, que se podría confundir con un pecho caído. Los colores aplicados a estas figuras corresponden a los diferentes repintados: castaño rojizo, castaño rojizo oscuro, negro y blanco.

Ubicadas a la derecha del personaje fálico, estas dos mujeres podrían ser las primeras del conjunto. Muestran la cabeza triangular, un tronco perfilado y delgado y las caderas anchas cubiertas por una falda. Van cogidas de las manos. Las faldas, acampanadas, son parecidas, aunque la 44 presenta también unos picos en la parte inferior. La 43 luce un collar, que se podría confundir con un pecho caído. Los colores aplicados a estas figuras corresponden a los diferentes repintados: castaño rojizo, castaño rojizo oscuro, negro y blanco.

Prácticamente situado en el centro de la composición, se trata de un personaje masculino muy estilizado, desnudo, de aspecto esmirriado, sin musculatura ni antebrazos y con un gran pene. Su única indumentaria consiste en un adorno formado per un par de cintas o plumas que cuelgan a la altura de sus rodillas. Su medida contrasta con la de las mujeres más grandes y realistas, hacia las que está encarado. Su anatomía «esmirriada» es totalmente intencionada, ya que, por contraste con su sexo de medida acentuada, resalta el concepto de la fertilidad.

Está situado entre la parte posterior de la cabeza y el cuello de la cierva (39) y las piernas de la mujer (36). Se trata de diversos trazos lineales, delgados, y posibles restos indeterminados que, en conjunto, configuran una forma antropomorfa de tipo lineal. Podría emparentarse con las figuras 15 y 16. Está superpuesto al dorso de la cierva negra (39).

Se trata de una nueva figura localizada sobre la cierva (39) y orientada a la derecha, que atraviesa uno de los trazos del supuesto antropomorfo (41). Por su ubicación da la sensación de surja de la zona abdominal vacía de la cierva.
Presenta un perfil simple, incompleto, de rasgos realistas, de iguales características que la cierva (39) a la que se superpone.

Situada a los pies de las mujeres (34-36), cerca del personaje masculino y orientada a la derecha. Es de perfil realista. Presenta el contorno perfilado y está recubierta con pintura homogénea, excepto en la parte central, donde se observa un rectángulo vacío, similar al toro (20). En esta zona se localizan dos motivos superpuestos: el animal indeterminado (40), que se cruza con trazos de un posible antropomorfo de tipo lineal (41).

Situadas entre la pareja 35-36 y en una cota ligeramente superior. Es la tercera pareja, aunque parece una figura con cuatro piernas. La forma del cuerpo y la vestimenta es muy similar a la de las otras mujeres. La 38 se superpone a la 37 y muestran prácticamente una sola falda. Se pudo registrar un fragmento del inicio de la cintura y de la falda que evidencia la existencia de la segunda representación, de la que solo se habían documentado las piernas. Ambas son de color castaño rojizo.

Se encuentran a la derecha de las anteriores y yuxtapuestas sobre la cierva (39). Muestran muchas similitudes con las números 33 y 34. Llevan una especie de bolsas ornamentales colgando del cuello, a la altura del pecho, que podrían ir acompañadas de collares. La parte central es confusa, está prácticamente recubierta por la superposición de las piernas de las figuras 37-38 y se pierde por el oscurecimiento del relieve de la pared. Fueron pintadas en castaño rojizo y detalladas en negro, y podrían ser bicolores o repintadas.

Se encuentran a la derecha de las anteriores y yuxtapuestas sobre la cierva (39). Muestran muchas similitudes con las números 33 y 34. Llevan una especie de bolsas ornamentales colgando del cuello, a la altura del pecho, que podrían ir acompañadas de collares. La parte central es confusa, está prácticamente recubierta por la superposición de las piernas de las figuras 37-38 y se pierde por el oscurecimiento del relieve de la pared. Fueron pintadas en castaño rojizo y detalladas en negro, y podrían ser bicolores o repintadas.

La primera pareja de mujeres del grupo se encuentran en el extremo izquierdo, encaradas al bóvido (21). Tienen cabeza en forma de campana, tronco delgado, hombros rectos, brazos doblados, caderas marcadas, piernas largas y pies pequeños. Llevan faldas ajustadas. Lucen brazaletes gruesos, colgantes y bolsas, collares o pectorales, así como posibles diademas para sujetar el peinado o el tocado.
Pintadas de negro, podrían haber sido restauradas o repintadas parcialmente de color castaño, aunque es posible que el castaño formara parte de la pintura inicial y, por lo tanto, se trataría de un bicolor.

Ubicado en el extremo derecho del grupo faunístico, cerca del margen exterior y en una zona muy oscurecida. Ha sido una figura complicada de documentar y muy polémica, ya que ha sido interpretada de diversas formas. El DStretch nos ha permitido reconfigurarlo de nuevo. Es un cérvido de cuerpo pesado y patas aparentemente cortas, con la cara recta, el hocico alargado y con una pequeña cornamenta. Está perfilado y relleno. Orientado a la izquierda, en posición inclinada, presenta un cuello inclinado con la cabeza baja, pastando o bebiendo.

Situado a la derecha del ciervo (25) y en una cota inferior a la cierva (30). El ejemplar está orientado a la derecha y nos muestra la imagen de un ejemplar de cuerpo compacto con cabeza pequeña, cara recta, morro prolongado y orejas pequeñas. Su pecho es recto e inclinado y el dorso encorvado, el tronco es ancho y el abdomen ligeramente curvo; las patas son cortas, anchas y entreabiertas, y la cola es larga.

Se encuentra a la derecha de la anterior y cerca del margen exterior. Representa una figura orientada a la derecha, de cuerpo proporcionado y rellena de forma homogénea. Muestra tronco y abdomen modelado, con cabeza alargada, hocico fino, orejas destacadas en perspectiva oblicua, pecho insinuado, cruz indicada, patas bien definidas (incompletas por la erosión) y pezuñas detalladas.

Situada en una cota superior al ciervo (25) y superpuesta a su dorso. Presenta contorno perfilado, con la cabeza detallada y cubierta de pintura homogénea. Tiene la cara recta, morro prolongado, hocico, mandíbula y orejas en perspectiva oblicua, pecho recto, tronco triangular, abdomen curvo con zona inguinal bien marcada, cola pequeña y caída, patas entreabiertas de trazo recto y poco definidas.

Ubicado entre el cuello y las patas delanteras del ciervo (25). El ejemplar, a pesar de haber perdido gran parte del cuerpo por un desconchado de la pared, ha conservado la parte superior del cuerpo perfilado, así como las orejas rectas y puntiagudas y el resto de una pata trasera. En el interior del cuerpo se observan algunos puntos redondeados que hacen referencia a las manchas del pelo de los cervatillos.

Situados entre el ciervo (25) y el jabalí (31). Integran tres pequeños trazos entrecruzados: dos rectos verticales y uno curvo en posición horizontal.

Yuxtapuesto a la cornamenta izquierda del ciervo (25). Se trata de un trazo recto y curvo que recuerda la frente y el cuerno de un bóvido.

Se localiza a la derecha de la cierva anterior. Está orientado a la izquierda en actitud sosegada. Muestra un perfil realista, proporcionado, con cuerpo ligeramente estilizado, cabeza detallada con hocico, boca aparentemente insinuada, una oreja, gran cornamenta ramificada, cuello largo, dorso y abdomen rectos, zona inguinal marcada, patas delgadas y degradadas en sus extremos, nalga acentuada y cola caída. Destaca un perfilado de tonalidad más oscura que la del interior del cuerpo.

Situada en el extremo superior izquierdo del grupo y cerca de los machos cabríos anteriores. Está orientada a la izquierda en posición estática o de iniciar la marcha. Presenta un contorno realista, proporcionado y con cierta estilización, con cabeza de orejas destacadas, hocico fino, curva dorsal ligera, abdomen suave, patas finas, largas, y bien detalladas, pezuñas en perspectiva oblicua y cola caída.

Superpuesto al macho cabrío 22, está situado en una cota más alta respecto al anterior. Las medidas son proporcionadas y está pintado en color homogéneo. Su contorno describe un cuerpo compacto, con cabeza de morro fino, cornamenta potente —curvada y de grosor irregular—, curva cervicodorsal insinuada, orejas pequeñas, cola levantada y patas delanteras rectas y traseras dobladas. El cuerpo y las patas del animal cubren parcialmente los cuernos y la cabeza del macho (22).

Se localiza a pocos centímetros sobre el bóvido 21. El macho cabrío presenta un contorno realista, proporcionado y estilizado, en posición de carrera y orientado a la derecha. Observamos una cabeza detallada donde destaca una larga y portentosa cornamenta ligeramente arqueada, dorso poco inclinado, abdomen ligeramente curvo, cola levantada, y patas realistas con las pezuñas bien detalladas y en perspectiva lateral. Se perfiló y se rellenó con color negruzco y con trazos de color castaño. Muestra impactos de antiguas pedradas.

Se encuentra delante del toro 12 y encima del 20. Está perfilado, tiene el cuerpo proporcionado y detallado. Está relleno y se orienta a la derecha, en movimiento. La cabeza está detallada: cara recta, boca abierta, hocico, mandíbula y cuernos; muy parecido al toro 12, hecho que indica una simultaneidad temporal entre el repintado del primero y este. Se observa la línea dorsal ondulada, la cola, un abdomen ligeramente curvo, la badana del pecho, la indicación del sexo y las cuatro patas, incompletas en sus extremos. Podría situarse en un momento intermedio entre la realización de los dos toros negros.

Bajo los toros 12 y 21 se localiza un gran bóvido, menos deteriorado. Presenta la cabeza detallada: cara recta, indicación del hocico, morro con boca y labios perfilados, mandíbula, orejas y largos cuernos abiertos y curvos. Tiene el pecho recto, y la línea cervicodorsal bien perfilada, en la que se ha remarcado la cruz y la grupa. Le cuelga larga cola que se amplía en la parte baja. El abdomen y el vientre son rectos y se indican los genitales. En un rectángulo interior sin pintura se observan restos de franjas de un posible ejemplar precedente que conserva incisiones de trazo fino.

Bajo los toros 12 y 21 se localiza un gran bóvido, menos deteriorado. Presenta la cabeza detallada: cara recta, indicación del hocico, morro con boca y labios perfilados, mandíbula, orejas y largos cuernos abiertos y curvos. Tiene el pecho recto, y la línea cervicodorsal bien perfilada, en la que se ha remarcado la cruz y la grupa. Le cuelga larga cola que se amplía en la parte baja. El abdomen y el vientre son rectos y se indican los genitales. En un rectángulo interior sin pintura se observan restos de franjas de un posible ejemplar precedente que conserva incisiones de trazo fino.

Yuxtapuestos al cuerno izquierdo del bóvido (20), se observan diversos restos indeterminados que podrían estar en relación con otros fragmentos que ocupan la parte central y posterior del grupo.

La 18 es una figura humana que ha conservado las piernas y restos de la parte superior. Las piernas, orientadas a la derecha, presentan los pies y una ligera indicación de los gemelos. A través de DStretch se han identificado algunas partes superiores del cuerpo. La posición sugiere que se encuentra estática y posiblemente en posición sedente. En torno a ella se observan otros restos indeterminados.

La figura 17 corresponde a dos trazos ligeramente inclinados, que serían las patas de un supuesto cuadrúpedo destruido por la erosión.

La figura 15 es un pequeño motivo de rasgos antropomorfos y realizado con trazo simple y lineal. De medida pequeña y completa, integra la forma de una posible figura humana. Corresponde a tipos esquemáticos. Está situado entre las patas delanteras del bóvido 12 y los cuernos del bóvido 20. La parte conservada de la figura 16 presenta la estructura de una «Y» invertida, que podrían ser las piernas. Corresponde a tipos esquemáticos. Está situada entre las patas delanteras del bóvido 12 y los cuernos del bóvido 20.

La figura 13, orientada a la derecha, conserva la parte superior de su cuerpo, con un brazo doblado hacia arriba. La figura 14, más completa, muestra una cabeza triangular, restos de un cuerpo estilizado, brazos y parte de las piernas abiertas. Esta se orienta a la derecha y con el brazo sostiene algunos instrumentos (posiblemente arco y flecha). Ambas figuras, posiblemente masculinas, se encuentran superpuestas al cuerpo del bóvido (12). Actualmente solo se observan fragmentos sobre la zona ennegrecida y erosionada.

La figura 13, orientada a la derecha, conserva la parte superior de su cuerpo, con un brazo doblado hacia arriba. La figura 14, más completa, muestra una cabeza triangular, restos de un cuerpo estilizado, brazos y parte de las piernas abiertas. Esta se orienta a la derecha y con el brazo sostiene algunos instrumentos (posiblemente arco y flecha). Ambas figuras, posiblemente masculinas, se encuentran superpuestas al cuerpo del bóvido (12). Actualmente solo se observan fragmentos sobre la zona ennegrecida y erosionada.

En el extremo superior izquierdo del grupo se encuentra un gran bóvido, muy deteriorado, en particular, la mitad posterior. Se observa parte de su cuerpo: cabeza con cuernos en forma de lira, boca abierta, línea dorsal con cruz marcada, pecho y badana, y patas delanteras abiertas y restos de la cola. Se encuentra recubierto por diversas incisiones de época romana y medieval, como el grabado de un pez superpuesto en las patas traseras, y unas manchas que atraviesan la parte central de su cuerpo. Está rodeado de restos de pintura de tonos oscuros.

En el extremo superior izquierdo del grupo se encuentra un gran bóvido, muy deteriorado, en particular, la mitad posterior. Se observa parte de su cuerpo: cabeza con cuernos en forma de lira, boca abierta, línea dorsal con cruz marcada, pecho y badana, y patas delanteras abiertas y restos de la cola. Se encuentra recubierto por diversas incisiones de época romana y medieval, como el grabado de un pez superpuesto en las patas traseras, y unas manchas que atraviesan la parte central de su cuerpo. Está rodeado de restos de pintura de tonos oscuros.

El ejemplar se encuentra detrás del motivo anterior, en posición de carrera. Presenta un contorno perfilado de tono intenso y un relleno en la zona del cuello y la cabeza; muestra cuerpo triangular simplificado, dorso y abdomen recto, cabeza pequeña con indicación de orejas, morro fino y un trazo inconexo que puede corresponder a una cola larga.

Esta figura está situada a la izquierda de la cierva (11) y es interpretada como un posible antropomorfo realizado con trazo fino, de tipo lineal. A pesar de ello, se trata de los restos de un elemento poco concreto que tanto podría responder a los restos de una figura humana o de un elemento indeterminado.

Situado en el extremo inferior izquierdo del mural, por debajo del cérvido 8 y detrás de las figuras 17 y 18. El ejemplar, orientado a la derecha, presenta un contorno perfilado de rasgos figurativos y proporcionados. Se observan la línea del cuello, cabeza con orejas o cuernos pequeños, frente, morro fino, mandíbula recta, pecho, abdomen ligeramente pronunciado, y patas delanteras inclinadas hacia adelante que indican un cierto movimiento. Las patas traseras están muy deterioradas y ha perdido gran parte del dorso y de la zona posterior.

Se localiza en una cota inferior y adyacente a la anterior. Podrían ser dos zoomorfos superpuestos o repintados. La figura nos muestra un cérvido estilizado con curva cervicodorsal suave y convexa (pueden ser dos), cabeza deteriorada, posible cornamenta en perspectiva oblicua (dos trazos en «V»), nalga y pecho recto. Faltan las patas, la zona abdominal y la cabeza. La figura fue perfilada y después pintada.

Sobre la parte frontal del animal se observan trazos finos negruzcos, posiblemente restos de otro zoomorfo.

Yuxtapuesto justo debajo del ejemplar anterior (6). Presenta una franja longitudinal irregular que sugiere el cuerpo de un zoomorfo. Se observan restos de dos colores diferentes: castaño y grisáceo.

Situado en la parte superior del grupo. Su contorno indica la presencia de un zoomorfo, aparentemente un bóvido, orientado a la izquierda. Solo se observan la parte superior con perfil remarcado y restos del recubrimiento de una pintura plana dentro del cuerpo. Entre las partes conservadas podemos identificar: cabeza, morro, orejas o restos de cuernos, curva cervicodorsal y zona posterior hasta la nalga, que está en contacto con las figuras 7 y 8.

Está situado en la parte más alta del mural y en una cota superior a las unidades precedentes (1-4). Posiblemente se trata de un ejemplar muerto, orientado a la derecha. Muestra las mismas características técnicas que los anteriores: cuerpo de rasgos simplificados con trazos rectos; tronco, cuatro patas en posición invertida, cola horizontal, un cuerno ramificado vertical, cuello (que sigue la línea del tronco), y cabeza y oreja orientados hacia abajo.

Encarado al ciervo (3) con las piernas abiertas, orientado a la izquierda, y en posición de disparar un pequeño arco; se observa la flecha a punto de ser disparada. Igual que los anteriores motivos, esta realizado con trazos cortos y rectos: cuerpo, piernas, brazos y cabeza redondeada.

Se localiza delante de los restos anteriores (1-2), en posición estática y orientado a la derecha. Presenta cuerpo de rasgos simplificados con trazos mayoritariamente rectos: cuatro patas, cola levantada, tronco y cabeza; trazo curvo con cuello, posible oreja, y trazo vertical y separado con un cuerno ramificado.

Se encuentran en el extremo izquierdo del grupo. Se trata de un trazo inclinado y curvo (1), situado al lado de otro en posición vertical y bifurcado (2). Ambos elementos podrían haber formado parte de un zoomorfo incompleto.

Se encuentran en el extremo izquierdo del grupo. Se trata de un trazo inclinado y curvo (1), situado al lado de otro en posición vertical y bifurcado (2). Ambos elementos podrían haber formado parte de un zoomorfo incompleto.