Las mujeres, en ocasiones olvidadas, han tenido un papel esencial en la historia de la cultura catalana
8 de marzo, Día Internacional de la Mujer
En el año 1977, Naciones Unidas declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer. El origen de esta fecha, pero, se vincula a los movimientos obreros de principios del siglo XX, cuando diversos episodios puntuales marcaron el inicio de las protestas por los derechos laborales de la mujer. La huelga de las obreras textiles norteamericanas de 1857 o los incendios de las fábricas Cotton o Triangle Shirtwaist Company, en Nueva York, son algunos de los ejemplos. Este último tuvo lugar en 1911 y provocó la muerte de 140 trabajadoras que un año antes habían mantenido una huelga para pedir unas condiciones laborales más justas. Imagen de la exposición "Dones: ficcions i realitats" del MHC
Las mujeres en la cultura catalana
Desde patrimoni.gencat recordamos, con motivo del Día Internacional de la Mujer, aquellas que, a veces olvidadas, han marcado el transcurso de la historia de la cultura catalana. Francesca Bonnemaison, creadora de la primera biblioteca pública de mujeres de toda Europa; Lluïsa Vidal, única pintora reconocida del modernismo catalán; Rosa Sensat, quien contribuyó al desarrollo de la escuela pública catalana durante el primer tercio del siglo XX; o Clotidle Cerdà (o Esmeralda Cervantes), quien pasó de ser arpista prodigiosa a mujer revolucionaria. Imagen de la "Primera Jornada de la Dona Catalana" del 1976 (Fotografía de Pilar Aymerich - Exposición "Dones: ficcions i realitats", MHC)
Lluïsa Vidal: la pintora del modernismo catalán
Lluïsa Vidal nació en el seno de una família acomodada, culta y liberal. Su padre, el ebanista y decorador Fracesc Vidal empujó a Lluïsa y a sus hermanas a dedicarse al arte para que fueran profesionalmente independientes, pero solo el talento de Lluïsa sobresalió. Con tan solo 25 años, de manera insólita para la época, Lluïsa viajó sola a París para estudiar durante un año. Empezó en la Académie Julian, pero no se adaptó al estilo de formación y, después de un viaje a Londres, decidió entrar en la academia del pintor Georges Humbert, director de los estudios femeninos de la École des Beaux Arts, donde se encontró más a gusto. De vuelta a Barcelona tuvo una carrera prolífica, con encargos de familias acomodadas e ilustraciones para revistas, y donde llegó a fundar una academia propia el 1911. Murió cuando tenía 42 años a consecuencia de una pandemia de gripe española. Es la única pintora reconocida del modernismo catalán. Autoretrato de Lluïsa Vidal, carbón sobre papel (Wikimedia Commons)
Francesca Bonnemaison: la fundadora de la primera biblioteca para mujeres
Francesca Bonnemaison nació en Barcelona el 1872. Hija de un matrimonio de la burguesía catalana, se casó con Narcís Verdaguer, un abogado y político catalanista, a través de quien pudo entrar en los círculos intelectuales y políticos de la ciudad. Mujer fuerte y emprendedora, propuso la creación de una biblioteca para mujeres trabajadoras el 1909: la primera Biblioteca Popular de la Mujer de Europa. Tal fue el éxito del espacio, que un año más tarde creó el Instituto de la Cultura de Mujeres, un centro pionero en su época que ofrecía conferencias y clases sobre temas tan diversos como feminismo, taquigrafía, costura, delineación o educación física. Las clases eran comparables a las de la universidad -donde las mujeres aún no tenían acceso- y incluían materias técnicas o científicas que hasta entonces no habían estado a su alcance.
Clotilde Cerdà o Esmeralda Cervantes: la arpista prodigiosa
Clotilde Cerdà –hija de Ildefons Cerdà- y conocida también como Esmeralda Cervantes, fue una niña prodigiosa. Con solo 12 años tocaba el arpa en la orquesta de Richard Strauss en Viena y, a los 14, la nombraron profesora honoraria en el Conservatorio del Liceo. Siendo adolescente, Clotilde viajó ofreciendo su música por toda Europa, Japón, América del Sur, los Estados Unidos -donde llegó a tocar para el presidente del país-, o Constantinopla -donde dio clases de arpa al harén del Sultán Abdul Hamid Khan II-. Durante su época de juventud, fue admirada y querida por la burguesía y la nobleza, pero cuando creció, todo cambió. Clotidle se fue acercando cada vez más a causas de las que la burguesía no era partidiaria: pasó de ser una niña prodigio a mujer revolucionaria, luchadora a favor de los derechos sociales. En 1885 llegó a fundar en Barcelona una Academia de Ciencias, Artes y Oficios para la Mujer, en la rambla de Canaletes, pero la tuvo que cerrar al cabo de dos años. Retrato de Esmeralda Cervantes (o Clotilde Cerdà) (Wikimedia Commons)
Rosa Sensat: la promotora del desarrollo de la escuela pública catalana
Rosa Sensat nació en 1873 en El Masnou. Estudió Magisterio por vocación en Barcelona y Madrid. Cuando acabó los estudios , empezó a trabajar en una escuela de parvulario de su pueblo natal y después en Girona. No obstante, su enorme inquietud por aprender la llevó a conocer de cerca las nuevas propuestas pedagógicas en diversas escuelas europeas. Años más tarde, gracias a su gran tarea divulgadora de las nuevas corrientes educativas y su gran capacidad organizadora, la nombraron primera directora de la sección de niñas de la Escola del Bosc, la primera escuela al aire libre de Cataluña. Durante aquella época diseñó el plan de estudios del Instituto de la Cultura y la Biblioteca Popular de la Mujer, fundados por Francesca Bonnemaison.