El actual "boom" de la cocina catalana tiene muchas cosas en común con la primera edad de oro de la gastronomía de nuestro país, pues ya en los siglos XIV y XV es considerada la primera del mundo cristiano, especialmente en las cortes de Nápoles y de Roma. Así lo reflejan documentos como el Llibre de Coch (Mestre Robert) o Com usar bé de beure e menjar (Francesc Eiximenis).
Lejos de imaginarnos a reyes y nobles comiendo con los dedos, la cocina medieval catalana destaca por su refinamiento y riqueza de un recetario tan simple como exquisito. Convertida en símbolo de estatus social, también cuenta con gourmets y cocineros famosos, y destaca por las buenas maneras en la mesa.
A pesar de no disponer aún de productos de América, la lista de alimentos es rica: cereales, verduras, especias, fruta fresca, frutos secos y carne de cerdo. Los ricos añaden arroz, fideos, carne de aves de corral y de caza, y pescado fresco o secado a su dieta habitual.
La cocina catalana de esta época también es innovadora porque, por primera vez, las mujeres pueden participar en los convites: grandes comidas concebidas como un espectáculo teatralizado. También destaca por la gran variedad de técnicas, recipientes y utensilios.
Un vídeo "diferente" para conocer qué y cómo se comía en la Edat Media.