Esta propuesta de Catalonia Sacra te acercará a las iglesias románicas de la Vall de Boí. Un conjunto excepcional, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, que te transporta inmediatamente a la esencia del arte románico catalán, una cuna de nuestra identidad colectiva.
SANTA EULÀLIA D’ERILL LA VALL
La iglesia de Santa Eulàlia d’Erill la Vall conserva uno de los mejores campanarios de la Vall de Boí, de seis pisos de altura. Alineado con el de Sant Joan de Boí y el de Sant Climent de Taüll, el campanario cumplía la función de comunicación y vigilancia del territorio. En el interior de la iglesia podrás ver una copia del único grupo escultórico que se conserva entero del Taller d’Erill: El Descendimiento de la Cruz.
SANT JOAN DE BOÍ
La iglesia que conserva más elementos arquitectónicos del primer momento constructivo que tuvo lugar en la Vall de Boí en el siglo XI es Sant Joan de Boí. En ella destaca el conjunto de pinturas murales que se encontraron en el interior de las naves, con escenas como la Lapidación de San Esteban, los Juglares o el Bestiario.
SANT CLIMENT DE TAÜLL
La imagen más emblemática utilizada para representar el arte románico catalán es el Cristo en Majestad de Sant Climent de Taüll. Recientemente se ha llevado a cabo una innovadora actualización del interior de la iglesia que incluye la recuperación de la pintura original románica y una proyección mediante vídeo mapping de las pinturas del ábside mayor.
SANTA MARIA DE TAÜLL
Santa Maria de Taüll se encuentra situada en el centro del pueblo de Taüll. Actualmente, en el interior se pueden ver las reproducciones de las pinturas murales románicas del ábside central y del muro sud. El ábside central está presidido por la escena de la Epifanía, con el Niño Jesús sentado en el regazo de la Virgen y los Reyes Magos en actitud de ofrecer.
Este itinerario de Catalonia Sacra está enfocado a grupos y tiene una duración de 7 horas. Para más información, ponte en contacto por teléfono: 693 720 202, o correo electrónico: reserves@cataloniasacra.cat.
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La Ruta de los iberos: Esquís y raquetas en el país de los ceretanos
Temporada de esquí, desde el puente de diciembre hasta Semana Santa, aproximadamente.
Haz una excursión con raquetas, construye iglús, esquía y acércate a la historia ibera en el impresionante yacimiento de Bolvir para conocer la Cerdanya de hace 2.000 años.
EXCURSIÓN CON RAQUETAS
Empieza el primer día probando cómo caminaban los pueblos prehistóricos del centro de Asia hace más de 4.000 años. Harás una excursión con raquetas de nieve fuera de las pistas habituales y te adentrarás por caminos y senderos que te sorprenderán. Además, dependiendo del timing y de las condiciones meteorológicas, nos dedicaremos un poco a la nivología, la construcción de iglús (sobre todo si van menores) y los juegos.
YACIMIENTO IBÉRICO EN BOLVIR
Por la tarde, después de comer, irás hasta Bolvir, donde descubrirás un yacimiento ibérico impresionante que abrió al público en 2015. Un equipamiento moderno, con una museografía adaptada, que incluye una exposición de objetos y un audiovisual que servirán para que te traslades a la Cerdanya de hace 2.000 años. El recorrido del yacimiento, totalmente adaptado, ofrece una experiencia y unas vistas únicas.
ESQUÍ EN LA MOLINA
Después de pasar la noche en el Hotel Park Puigcerdà, coge el coche para ir a La Molina a esquiar. El horario de pistas es de 9 a 17 h, ¡aprovecha la nieve al máximo!
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La noche del 23 de junio es una de las más mágicas del año en Cataluña. Hogueras, correfocs (pasacalles con fuego) y fuegos artificiales dan la bienvenida al verano. Te proponemos vivir esta fiesta en los Pirineos, donde algunos pueblos todavía celebran tradiciones milenarias y rituales de purificación con motivo del solsticio de verano, donde el fuego es el gran protagonista. Se trata de las Fallas de los Pirineos, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2015, y la Llama del Canigó.
LAS FALLAS DE LOS PIRINEOS
Bajada de fallas Uno de los mayores atractivos de las fiestas de San Juan en Cataluña es la bajada de fallas de los Pirineos. Es una celebración ancestral, dedicada al fuego y al solsticio de verano, que se celebra en más de sesenta pueblos de los Pirineos andorranos, franceses, aragoneses y catalanes como Durro, Isil, Boí o el Pont de Suert, entre otros. En algunos pueblos la bajada de fallas empieza unos días antes del solsticio de verano y se alarga hasta mediados de julio.
Los falleros, normalmente jóvenes solteros, se desplazan a una colina o un lugar elevado de la población desde donde encienden las fallas, que pueden ser de diferentes tipos según el pueblo. Una vez encendidas, las cargan a hombros y, formando una serpiente de fuego, bajan hasta la plaza del pueblo. Una vez allí, siguiendo el ritual, forman una sola hoguera con todas las fallas, en torno a la cual la gente del pueblo baila hasta la salida del sol.
Puedes vivir las fallas en Durro (15 de junio), Boí (23 de junio), Barruera (29 de junio), Erill la Vall (6 de julio) o Taüll (19 de julio).
Fiesta de Eth Haro y de Eth Taro Las poblaciones aranesas de Les y Arties celebran la verbena de Sant Joan con una fiesta milenaria que surge de antiguas tradiciones celtas vinculadas a la purificación: la quema de un gran abeto, el Taro o el Haro, en la plaza del pueblo. En Les, esta celebración es el punto de partida de las fiestas patronales. En Arties, el Taro se arrastra por las calles del pueblo, acompañado de música, cantos y saltos por encima de las llamas hasta el Ayuntamiento.
LA LLAMA DEL CANIGÓ
El 22 de junio, la Llama del Canigó, que se guarda en el Museo de la Casa Pairal de Perpiñán durante todo el año, se sube hasta esta cima del Pirineo. De madrugada, la llama se distribuye entre los voluntarios presentes que se encargan de llevarla, siguiendo diversas rutas a pie, en coche, bicicleta e incluso en laúd, por los diferentes pueblos de Cataluña para encender las hogueras en la noche de San Juan. Esta tradición ya tiene más de 50 años.
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