Figueres, una ciudad que mira más allá de Dalí | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Escapadas




1- Castillo de Sant Ferran
2- Teatre-Museu Dalí
3- Museu del Joguet

Figueres, una ciudad que mira más allá de Dalí

La capital del Alt Empordà es conocida por ser la localidad natal de Salvador Dalí. El genio del surrealismo dio a conocer el nombre de Figueres, pero la ciudad tiene otros espacios que la caracterizan y que, a lo largo del tiempo, se han convertido en imprescindibles para entender su patrimonio social y cultural
Girona
La capital del Alt Empordà es conocida por todas partes por haber visto nacer y morir a Salvador Dalí. El genio ampurdanés tiene allí su casa natal, un espacio que da a conocer la trayectoria vital del artista, pero también el Teatro-Museo Dalí, una creación propia que, mediante sus obras, permite captar su trayectoria artística.
 
Más allá de Dalí, Figueres destaca por ser el principal núcleo económico, cultural y comercial del Empordà, y por eso vale la pena ir para dar un paseo. En el caso de la Rambla, su origen se remonta a 1828, cuando se cubrió el Galligants. Años más tarde, muchas familias de la burguesía local construyeron allí sus casas, de distintos estilos arquitectónicos, como la Casa Puig Soler, la Casa Cusí o la Casa Caselles.
 
Esta arteria también acoge diferentes esculturas que recuerdan personalidades figuerenses destacadas. El primer monumento que tuvo la ciudad rinde homenaje a Narcís Monturiol, inventor del submarino, que se inauguró en 1918 y se encuentra en la parte baja de la Rambla. Frederic Marès es el autor de los monumentos al rey Jaime I —quien convirtió Figueres en ciudad real y le concedió la carta puebla— y a su cronista, Ramon Muntaner, también ubicados en la Rambla. En cambio, el monumento a Pep Ventura, promovido por la entidad Foment de la Sardana, se ubicó en la plaza del Presidente Tarradellas.
 
También vale la pena visitar el Teatro Municipal El Jardí, que se encuentra en el edificio que a principios del siglo xx se conoce como el Cine Teatro Jardí y que fue la sala de espectáculos más importante de Figueres hasta los años sesenta, o la antigua prisión, un edificio de estilo ecléctico inaugurado en 1917 y que funcionó como centro penitenciario hasta 2014. Ahora es un espacio de promoción económica y social. Para continuar el viaje en el tiempo de la ciudad, no hay que perder de vista el Casino Menestral Figuerenc. Ocupa casi una manzana de casas y destaca por su juego de volúmenes asimétricos.
 
El castillo de San Ferran es el monumento más extenso de Cataluña y la fortaleza abaluartada más grande de Europa. Juntamente con el acueducto de los Arcos, es uno de los elementos patrimoniales más destacados de la ciudad. Para terminar la ruta, vale la pena visitar el Museo del Empordà, motor cultural de la comarca, y el Museo del Juguete de Cataluña, que exhibe más de 4.000 piezas de todas partes relacionadas con el mundo del juego de todas las épocas.
 

Una propuesta de escapada en colaboración con la revista Descobrir.