Durante los siglos XIV y XV, Tortosa fue un enclave mercantil de primer orden. Este esplendor se refleja en edificios como la catedral, los palacios nobiliarios o el palacio episcopal. Ya en el siglo XVI Tortosa era una de las ciudades con más peso político, demográfico y económico de Cataluña. De dicha época datan los Reales Colegios, el conjunto renacentista más importante de Cataluña. Un paseo por Tortosa te descubrirá esta joya catalana del Renacimiento y los demás monumentos imprescindibles para conocer la historia de la ciudad.
REALES COLEGIOS El
conjunto monumental está formado por tres edificios. El más importante es el Colegio de Sant Jaume i de Sant Maties, de 1564, donde en un principio se educaba a jóvenes musulmanes conversos. El conjunto se ve completado por el Colegio de Sant Jordi i de Sant Domènech y por la Iglesia de Sant Domènech, que acoge el Centro de Interpretación del Renacimiento.
CATEDRAL Este
imponente edificio cerca del río Ebro es testimonio desde el siglo XIV de la historia de Tortosa. Del conjunto destacan la nave central y el claustro, con una importante muestra de lapidario, y la capilla de la Virgen de la Cinta, de estilo barroco.
CASTILLO DE LA SUDA Considerado uno de los principales monumentos históricos de Tortosa junto con la
Catedral y los Reales Colegios, el
castillo de Sant Joan, conocido como el castillo de la Suda, es un testimonio clave del pasado andalusí de la ciudad. Además, conserva la única necrópolis islámica a cielo abierto de Cataluña.
MUSEO DE TORTOSA Puedes descubrir la historia de Tortosa en uno de los edificios más significativos de la ciudad: el antiguo matadero, una obra modernista del arquitecto Pau Monguió. En 2012 se trasladó al mismo el centenario
Museo de Tortosa, con un fondo de más de 4.000 piezas.
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