Las fiestas del fuego en los Pirineos | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

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Imatges: Arxiu Patronat Vall de Boí

Las fiestas del fuego en los Pirineos

Muchos pueblos pirenaicos celebran Sant Joan y la llegada del verano entre fallas y llamas
La noche del 23 de junio es una de las más mágicas del año en Cataluña. Hogueras, correfocs (pasacalles con fuego) y fuegos artificiales dan la bienvenida al verano. Te proponemos vivir esta fiesta en los Pirineos, donde algunos pueblos todavía celebran tradiciones milenarias y rituales de purificación con motivo del solsticio de verano, donde el fuego es el gran protagonista. Se trata de las Fallas de los Pirineos, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2015, y la Llama del Canigó.

LAS FALLAS DE LOS PIRINEOS

Bajada de fallas
Uno de los mayores atractivos de las fiestas de San Juan en Cataluña es la bajada de fallas de los Pirineos. Es una celebración ancestral, dedicada al fuego y al solsticio de verano, que se celebra en más de sesenta pueblos de los Pirineos andorranos, franceses, aragoneses y catalanes como Durro, Isil, Boí o el Pont de Suert, entre otros. En algunos pueblos la bajada de fallas empieza unos días antes del solsticio de verano y se alarga hasta mediados de julio.

Los falleros, normalmente jóvenes solteros, se desplazan a una colina o un lugar elevado de la población desde donde encienden las fallas, que pueden ser de diferentes tipos según el pueblo. Una vez encendidas, las cargan a hombros y, formando una serpiente de fuego, bajan hasta la plaza del pueblo. Una vez allí, siguiendo el ritual, forman una sola hoguera con todas las fallas, en torno a la cual la gente del pueblo baila hasta la salida del sol.

Puedes vivir las fallas en Durro (15 de junio), Boí (23 de junio), Barruera (29 de junio), Erill la Vall (6 de julio) o Taüll (19 de julio).

Fiesta de Eth Haro y de Eth Taro
Las poblaciones aranesas de Les y Arties celebran la verbena de Sant Joan con una fiesta milenaria que surge de antiguas tradiciones celtas vinculadas a la purificación: la quema de un gran abeto, el Taro o el Haro, en la plaza del pueblo. En Les, esta celebración es el punto de partida de las fiestas patronales. En Arties, el Taro se arrastra por las calles del pueblo, acompañado de música, cantos y saltos por encima de las llamas hasta el Ayuntamiento.





LA LLAMA DEL CANIGÓ

El 22 de junio, la Llama del Canigó, que se guarda en el Museo de la Casa Pairal de Perpiñán durante todo el año, se sube hasta esta cima del Pirineo. De madrugada, la llama se distribuye entre los voluntarios presentes que se encargan de llevarla, siguiendo diversas rutas a pie, en coche, bicicleta e incluso en laúd, por los diferentes pueblos de Cataluña para encender las hogueras en la noche de San Juan. Esta tradición ya tiene más de 50 años.
 
Encontrarás más información sobre las fiestas del fuego en el Pirineo en la exposición del Museo de Historia de Cataluña.
 

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