Máximo exponente del informalismo abstracto y uno de los artistas catalanes más destacados del siglo XX, el pintor y escultor barcelonés Antoni Tàpies (1923-2012) fue ante todo un hombre de cultura. Atraído por la filosofía, la literatura o la música, impulsó la
fundación que lleva su nombre para potenciar el
arte contemporáneo y fue un activo defensor de la
cultura catalana.
Hijo de una familia burguesa vinculada al mundo editorial, su vocación artística surgió a los 11 años en ver un número de la revista
D’ací i d’allà dedicado al arte moderno e internacional. De formación prácticamente
autodidacta, los inicios de su carrera estuvieron marcados por una enfermedad en la que se refugió en el dibujo, la pintura, la literatura y la música. Finalmente a los 22 años dejó la carrera de Derecho para dedicarse de pleno a la pintura.
En 1948 fundó, junto con
Joan Brossa, el filósofo Arnau Puig y los pintores Joan Ponç, Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats, el grupo artístico
Dau al Set. Durante esta época su obra estaba dominada por un figurativismo surrealista, a menudo con influencias de Joan Miró y Paul Klee.
La Capsa de cordills (1946) o los insólitos
Collage i
Pintura exhibidos en el I Salón de Octubre fueron pruebas que ya avanzaban un giro hacia la abstracción onírica. A partir de aquí la experimentación es constante, sobre todo en la denominada "
pintura matérica". Utiliza para sus obras materiales de desecho (cuerdas, papel, polvo de mármol, paja, ropa), intensifica los collages y el gusto por la materia abundante que, a menudo, llega a auténticos bajorrelieves.
Su paleta es austera:
ocre, marrón, gris, beige, negro (
Gran pintura grisa, 1956). Asimismo sus creaciones tienen un fuerte carácter iconográfico con cruces, lunas, asteriscos, letras, números, figuras geométricas, etc. (
Pintura en forma de T, 1960). Para el artista, influido por la filosofía existencialista, estos elementos tenían una significación alegórica, evocando temas como la vida y la muerte, la soledad, la incomunicación o la sexualidad.
Durante los años setenta realizó las primeras piezas de carácter escultórico utilizando la técnica del ensamblaje. En los años ochenta, la utilización de la tierra cocida y el bronce le permitieron desarrollar un trabajo más personal. Destacan su
Homenatge a Picasso (Parque de la Ciutadella, 1983), y el mosaico cerámico de la plaza de Cataluña de Sant Boi de Llobregat (1983), así como la instalación
Núvol i cadira (1989) y el controvertido
Mitjó ( 2010).
Antoni Tàpies es uno de los
artistas catalanes más internacionales. Ha obtenido los más prestigiosos premios y reconocimientos y han podido ver exposiciones de su obra en todo el mundo: Tokio, Nueva York, Roma, Madrid, Amsterdam, Venecia, Milán, Viena o Bruselas.