Desde 1979, cada primer fin de semana de julio la Asociación de Raiers del Noguera Palleresa aprovecha el momento del año en que más agua baja por el río para celebrar el
Día de los Raiers o la Fiesta de la Maderada. Esta jornada sirve para homenajear a este antiguo oficio dedicado al
transporte fluvial que ha sido históricamente muy importante en la economía del Pallars.
El de raier era un oficio duro y arriesgado, que consistía en transportar la madera de los Pirineos a las tierras llanas del litoral aprovechando la corriente de los ríos, mediante los rais. La gran fiesta popular que les recuerda comienza, precisamente, con la construcción de esta embarcación tradicional: los troncos –colocados uno junto al otro–, los travesaños de roble, las redortas de abedul, los timones y los dos remos que permitirán dirigir la balsa. Finalmente, se planta la morada donde se cuelga el fato, es decir, la ropa seca, la comida y la bota de vino.
El domingo por la mañana tiene lugar el plato fuerte de la fiesta: la bajada de las balsas por el Noguera Pallaresa. A partir de las 11 h, los raiers, vestidos de época, cubren el tramo de cinco kilómetros entre la
Presa de la Llania y el
Puente de Claverol. En las orillas del río se reúne multitud de gente y a la llegada no falta la música ni la tradicional
comida de hermandad para cerrar la jornada.
Un nuevo motivo de celebración llegó en 2022, el año en que el oficio de almadiero fue incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. La candidatura, presentada conjuntamente por los gobiernos de Austria, Chequia, Alemania, Letonia, Polonia y España, destacaba la cohesión social ligada a la tradición raiera, el
uso sostenible de la madera y del agua, la pervivencia de las técnicas artesanales y la relación entre las comunidades y la naturaleza.