La Renaixença y el romanticismo | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.
La Renaixença y el romanticismo La recuperación de la lengua y la literatura catalanas
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En los siglos XVIII y XIX una nueva clase social, la burguesía, persigue un arte más personal, emocional, original y sobre todo rebelde, y reclama la identificación con una patria y raíces comunes.

En Cataluña el romanticismo tiene una clara connotación política: los literatos catalanes reivindican la recuperación de la lengua, la literatura y la cultura popular.

El primer poema romántico en lengua catalana es Oda a la Pàtria, de Bonaventura Carles Aribau (1833), pero el arraigo no llega hasta Lo Gaiter del Llobregat, de Joaquim Rubió i Ors. En novela, las primeras obras románticas en catalán son de autores como Antoni de Bofarull y Martí Genís i Aguilar. En cuanto al teatro, los exponentes son dramaturgos como Víctor Balaguer, Eduard Vidal y Frederic Soler, "Pitarra".

La Renaixença comparte con el romanticismo la voluntad de reavivar la conciencia nacional después de una etapa de decadencia y, de hecho, los dos movimientos conviven a lo largo del siglo XIX.

En Cataluña conviven dos facciones: la conservadora (Bofarull), y la reivindicativa (Balaguer). Comparten la voluntad de recuperar los Juegos Florales como instrumento para proyectar socialmente el catalán y estimular la producción editorial. El empujón definitivo de este acontecimiento literario llega en 1877, cuando son premiados Jacint Verdaguer y Àngel Guimerà.