El naufragio del Deltebre I, la historia de un fracaso militar | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Historias

El naufragio del Deltebre I, la historia de un fracaso militar

Entre los objetos recuperados, destaca una botella de vino Foundillon y el timón de 9 metros y medio

El verano de 1813, en el marco de la Guerra del Francés, zarpó una expedición marítima de la armada inglesa organizada por el lugarteniente general John Murray y dirigida por el contraalmirante Hallowell. Su objetivo era liberar la ciudad de Tarragona. La operación fue un fracaso: durante la retirada, varios barcos del convoy militar quedaron embarrancados en la desembocadura del Ebro durante un temporal. Cinco de ellos no pudieron ser recuperados y se hundieron con toda su carga militar. Uno de ellos era el Deltebre I, bautizado en honor al lugar donde reposa.
 
Un submarinista y mariscador de la zona lo localizó en 2008 y el Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya ha sido el encargado de realizar las tareas de excavación, restauración y conservación. Hoy en día, el Deltebre I constituye uno de los pocos barcos encontrados hasta el momento en Cataluña que no ha sufrido ningún espolio, en buen estado de conservación y de un alto valor científico. ¿Quieres conocer su historia?
Imagen de la exposición ‘Deltebre I. Historia de un naufragio’. Museu d’Arqueologia de Catalunya
.

Las ordenes indecisas y confusas del general Murray

El 31 de mayo, el Deltebre I, juntamente con el resto de la expedición, zarpó del puerto de Alicante, ciudad que no había estado tomada por los franceses, dirección Tarragona. La flota militar estaba formada por buques de la armada inglesa HMS y otros barcos que transportaban material bélico y de avituallamiento. En total, viajaban 14.500 hombres, entre ellos ingleses, españoles, italianos, alemanes i portugueses. La expedición llevaba también 800 caballos, 400 mulas, 36 piezas de artillería con sus dotaciones y todo el material y los víveres necesarios.
 
Dos días más tarde, los barcos ya fondeaban en la bahía de Salou. Las tropas desembarcaron en el puerto de la ciudad tarraconense y en las playas cercanas, hecho que fue celebrado por la población como una inminente liberación. No obstante, este solo fue el primero de muchos desembarcos bajo las órdenes de Murray que tuvieron lugar aquellos días y que acabaron por agotar los ánimos de todas las tropas. 

Camino a la retirada

En aquellos momentos, Tarragona se encontraba aún destruida por la reciente conquista Napoleónica del 1811, y las defensas eran prácticamente inexistentes. Aún así, Murray, que tenía la seguridad de la precaria situación de la ciudad, no dio órdenes de atacar la plaza y siguió, durante diez días, ordenando maniobras de carga y descarga y otros movimientos sin sentido.
 
Sus inseguridades le hicieron decidir, inesperadamente para todas las tropas, dar marcha atrás precipitadamente y levantar el asedio. El día 12 de junio, las tropas inglesas abandonaron sus posiciones y el esperado ataque no se produjo. 
Vídeo oficial de la exposición 'Deltebre I'. MARQ Museo Arqueológico de Alicante.

El hundimiento del Deltebre I y cuatro barcos más

Ya tomada la decisión de volver a Alicante, las tropas inglesas aún tenían que superar una dura prueba: el paso de los Alfaques, en la desembocadura del Ebro, una zona pantanosa muy peligrosa de cruzar cuando hace mal tiempo. Este fue el caso y la noche del 20 de junio de 1813 cinco barcos de la expedición quedaron embarrancados en medio de un temporal de levante. Entre ellos se encontraba el Deltebre I.
 
Evacuaron a sus tripulantes, las tropas, los animales, el armamento y todo el material que pudieron, pero el resto quedó hundido hasta que, casi 200 años más tarde, el 2008, un submarinista profesional y mariscador de la zona, el Sr. Carles Somolinos, encontró el barco. 
Imagen de la bahía de los Alfaques, en el Delta del Ebro. Flickr by Josep Torta - CC BY -NC-SA 2.0
posta de sol a la badia dels Alfacs

Unas piezas de un alto valor histórico

A partir de aquel momento, el Centre d’Arqueologia Subaquàtica e Catalunya empezó con las tareas de excavación, conservación y restauración. Dado que el Deltebre I era un barco de transporte militar, se encontraron municiones de diferente calibre, bombas, granadas, tacos de pólvora o barriles para transportar la munición de los fusiles.
 
También se localizaron objetos de la vida cuotidiana en el barco: compases de navegación, elementos para sujetar mapas o reglas de cálculo. También piezas de vestuario militar como botones, zapatos u objetos de cuero. 
Tareas de excavaciones subacuaticas del Deltebre I. Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC)

Foundillon, un vino de reyes y príncipes

Entre los objetos recuperados destaca una botella entera de vino Foundillon, propio de la zona de Alicante. Un vino típico en las comidas de monarcas, príncipes y cardenales hasta principios del siglo XX, cuando desapareció a causa de la filoxera, y que fue recuperado de nuevo años más tarde.

Durante las tareas de excavación del barco, de 30 metros de eslora, apareció también el timón de 9 metros y medio de altura, el mejor conservado de todo el Mediterráneo
Botella de vino Foundillon encontrada durante las tareas de excavación del Deltebre I. Museu d'Arqueologia de Catalunya.

La exposición ‘Deltebre I. La historia de un naufragio’

Todos estos excepcionales hallazgos se pueden ver hasta el sábado 6 de marzo en la exposición ‘Deltebre I. La historia de un naufragio’ que acoge la sede de Barcelona del Museu d’Arqueologia de Catalunya. ¡No te la pierdas!

Fuentes: Catálogo de la exposición ‘Deltebre I. La historia de un naufragio’, con textos de Carlota Pérez-Reverte / Dossier de prensa de la exposición ‘Deltebre I. La historia de un naufragio’