El patrimonio cinematográfico catalán | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Historias

El patrimonio cinematográfico catalán

Desde el cinematógrafo a la nueva Filmoteca de Catalunya

De Lyon a Barcelona

Si en Lyon fue la película Obreros saliendo de la fábrica de los hermanos Lumière, en Cataluña tenemos una "pelea" histórica en un café de Barcelona...

Corría el año 1897 cuando un bar del barrio de Sants fue el escenario elegido por el polifacético Fructuós Gelabert para filmar la que se considera la primera película de ficción de la historia del cine catalán y español.

A finales del siglo XIX y principios del XX, al nombre de Fructuós Gelabert se añaden otros como Segundo de Chomónaragonés afincado en Cataluña y pionero de los filmes fantásticos animación; Baltasar Abadal, feriante, productor y distribuidor de películas en toda Cataluña; Albert Marro, que se especializó en filmes documentales y Ricard de Baños, cineasta y creador de la productora Hispano Films. Hasta la década de 1920, el cine catalán, pionero en el Estado, vivió una época dorada.

El cinematógrafo Lumière. Wikimedia Commons. CC BY-SA 3.0

El sueño truncado

Los inicios eran esperanzadores: con la Segunda República y la restauración de la Generalitat se empezaba a desarrollar con fuerza una industria del cine en Catalunya.

En 1931 se creaba Orphea Films, la tercera productora más importante del Estado y la primera que permitía hacer cine sonoro en España y producía El Café de la Marina de Domingo Pruna, considerada la primera película en catalán.

Son años de intensa producción cinematográfica y de gran éxito de público: Barcelona albergaba 116 salas de cine. El estallido de la Guerra Civil truncó esta efervescencia pero no acabó con el cine, ni mucho menos.

Durante estos años proliferan los documentales y los noticiarios de propaganda. Sin embargo, también destacan algunas ficciones de marcado acento social, como Aurora de Esperanza, de Antonio Sau (1937) o Barrios bajos, de Pedro Puche (1937).

Censura, supervivencia y consolidación

Censura, restricciones y proteccionismo son las características que marcan el cine español y catalán de posguerra. El régimen franquista se muestra especialmente sensible con los temas relacionados con la moral, la política y la religión. Todas las películas españolas se deben filmar en castellano y era obligatorio el doblaje de las producciones extranjeras.

En un contexto menos hostil, el cine catalán apuesta por películas comerciales y por la amortización económica de sus producciones. Es el momento de cineastas como Pere Pujades, Manuel Blay, Félix de Pomés o Francesc Gibert y del desarrollo de un cine negro con títulos como Manos Sucias, El cerco, A sangre fría o Apartado de correos 1001.

"Apartado de correos 1001” / © Filmoteca de Catalunya

Dos figuras clave: Ignacio F. Iquino y Antonio Isasi-Isasmendi

Durante los años 60, la cinematografía catalana y española cuenta con dos nombres importantes: Ignacio F. Iquino, productor al frente de la productora IFI, y Antonio Isasi-Isasmendi, montador, guionista y director.

Gracias en gran parte a Iquino y IFI, Barcelona produce durante esta etapa el 25% del cine español y es responsable del primer filme rodado y estrenado en catalán: María Rosa, de Armando Moreno, en el año 1965.

"Esplugas City", el far west cerca de Barcelona

Peleteros con una larga experiencia comercial, la familia Balcázar no dudó en erigir un pueblo americano en Esplugues de Llobregat y aprovechar el tirón de los llamados "spaghetti westerns". Producciones Cinematográficas Balcázar y Esplugas City acogieron el rodaje de más de 200 películas entre las que destaca Pistoleros de Arizona.

El cine "snob"

A mediados de los 60 también aparecen las películas de la llamada "Escuela de Barcelona", un cine "culto", muy diferente del folclorismo que imperaba en Madrid: Dante no es únicamente severo, Fata Morgana, Nocturno 29, Ditirambo o El cadáver exquisito son algunos de los títulos más emblemáticos de esta etapa. 

Grandes películas: cien años de cine catalán

Catalanes en Hollywood

Actores, directores, responsables de efectos especiales o maquillaje, directores de fotografía... Son muchos los catalanes relacionados con el cine que han trabajado y triunfado fuera de nuestras fronteras:

Salvador Dalí: Colaborador de Luis Buñuel, también participó en algunas producciones con su buen amigo Walt Disney. La película Destino, recientemente recuperada, es una buena muestra de esta relación profesional.

Xavier Cugat: Músico, dibujante, actor y relaciones públicas, introdujo los sonidos tropicales en el cine de los Estados Unidos. El actor Rodolfo Valentino le abrió las puertas de Hollywood. Participó en más de cincuenta películas, entre ellas Luces de la ciudad de Chaplin (1931), además de dirigir y producir un par.

Néstor Almendros: Uno de los más reputados directores de fotografía. Su trayectoria profesional se desarrolló en Cuba, Francia y Estados Unidos. Participó en películas como El pequeño salvaje y La historia de Adéle de Truffaut, Días del cielo de Terence Malick, (premiada con el Óscar de fotografía en el año 1978), Kramer contra Kramer, Bajo sospecha y Billy Bathgate.

Assumpta Serna, Jordi Mollà, Oscar Jaenada, Jaume Collet-Serra, Àlex y David Pastor, David Martí y Montse Ribé, Sergi López o Isabel Coixet son otros nombres catalanes que han destacado en las diversas disciplinas del séptimo arte.

Salvador Dalí. Roger Higgins / Wikimedia Commons. Public Domain

Xavier Cugat. Metro-Goldwyn-Mayer / Wikimedia Commons. Public Domain

Oscar Jaenada. Rastrojo / Wikimedia Commons. CC BY-SA 3.0

Cines que han hecho historia

El estudio Napoleón, fundado en 1892 hacía retratos, miniaturas, fotografías pintadas y daguerrotipos de la sociedad barcelonesa de élite. El negocio prosperó tanto que en el año 1893, el estudio era conocido como "el palacio de la fotografía".

El estudio sin embargo, también se puede considerar el primer cine de Cataluña, ya que fue el lugar elegido por los hermanos Lumière para presentar por primera vez su invento revolucionario: el cinematógrafo.

El Napoleón funcionó hasta el año 1933 donde actualmente está el Frontón Colón, en la Rambla de Santa Mónica. Podemos considerar que forma parte de la lista de cines históricos de la ciudad, desaparecidos o totalmente reformados.

Algunos de los cines que han hecho historia en Barcelona: Fémina (Paseo de Gracia), Fantasio (Paseo de Gracia), Savoy (Paseo de Gracia), Catalunya y Vergara (Pl. Catalunya), París (Portal del Ángel), Astoria (c. París), Montecarlo (c. Provenza), Palau del Cinema (Vía Laietana), Arcadia (c. Tuset), Balmes (Pl. Molina), Rívoli (Meridiana) y Tívoli (c. Caspe).

Y algunos de los cines de toda la vida que han sobrevivido: Aribau, Floridablanca, Coliseum, Alcázar, Rex, Urgell y Comedia.

Cine Astoria. Color sèpia / Wikimedia Commons. Public Domain  
Cine Comedia. Color sèpia / Wikimedia Commons. Public Domain  
 

La nueva Filmoteca de Catalunya

En febrero de 2012 se inauguró la nueva sede de la Filmoteca de Catalunya, situada en el corazón del barrio del Raval.

El nuevo edificio nace con la voluntad de ser un centro polivalente en torno al mundo del cine. La nueva Filmoteca cuenta con dos salas de proyecciones bautizadas con los nombres de "Chomón" (375 butacas) y "Laya" (180 butacas). De esta forma se quiere rendir homenaje a dos de los grandes patrimonios de esta institución: por un lado las 105 películas de Segundo de Chomón, pionero del cine mudo en Catalunya y, por otro, los filmes de la sección de cine de la Generalitat republicana.

La Filmoteca de Catalunya tiene como finalidad la preservación y la difusión del patrimonio y de la cultura cinematográficos, la recuperación, preservación, catalogación y restauración del patrimonio fílmico y documental y el apoyo a la difusión de la cultura cinematográfica con especial atención a la producción y la cultura cinematográfica catalana.

Está gestionada por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya y desde 2002, está adscrita al Institut Català de les Indústries Culturals (ICIC).

Nueva filmoteca de Catalunya / © Filmoteca de Catalunya