Ubicado en el corazón de La Rambla, el mercado de San José, conocido como La Boqueria, es uno de los espacios más populares del casco antiguo de Barcelona. Y es que recibe cada día más visitas que la
Sagrada Familia. El edificio actual data de 1836, pero su función comercial se remonta al siglo XII.
En la explanada del Pla de la Boqueria se instalaba un
mercadillo al aire libre, donde se reunían agricultores y comerciantes de las poblaciones vecinas para vender sus productos. Se hacía fuera de las murallas de la ciudad, frente al Portal de la Boqueria, para ahorrarse el impuesto de entrada de mercancías.
El espacio donde hoy está el mercado corresponde al antiguo convento de San José, fundado por los carmelitas descalzos en 1586. Destruido en 1835, en su solar se proyectó la construcción de una
plaza monumental, la que habría sido la más grande de Europa, de la que se conserva el pórtico neoclásico. Se decidió trasladar el mercado de manera temporal a su interior, pero finalmente fue el emplazamiento definitivo. Se fue ampliando con solares de alrededor, incluido el espacio del convento de San Juan de Jerusalén, del siglo XIV, que se había demolido.
En 1914, respondiendo a las demandas de vendedores y compradores, se cerró el mercado con
una cubierta de metal y vidrio, siguiendo los criterios de la arquitectura del hierro. Aún así, la Boqueria no es como los otros mercados públicos cubiertos de Barcelona como el
Born (1876) o el mercado de San Antonio (1882), construidos
ex novo para este fin. Domina una
arquitectura híbrida que cuenta la historia particular de lo que fue el primer mercado que existió en Barcelona.