Diciembre es un buen mes para visitar
Agramunt, ya que el municipio es famoso por los
turrones que ahí se elaboran, lo que supone una buena excusa para ir y visitar el
Museo del Turrón y el Chocolate, si bien hay muchas otras cosas que ver. Empezamos por el
Espacio Guinovart, un centro de arte contemporáneo fundado por el propio
Josep Guinovart en 1994, donde se expone su obra. En octubre, se inauguró
la exposición colectiva Llàgrimes (Lágrimas), centrada en el líquido segregado por los ojos que habita muchas de las obras del artista.
Podemos seguir empapándonos de más creación contemporánea en
Lo Pardal Fundación Guillem Viladot, donde se pueden admirar
poemas visuales y objetos poéticos del escritor. La obra de Viladot se puede conocer también al aire libre, en el
parque de la Riella, con un itinerario marcado, que recorre el universo poético-plástico y el rico mundo fantástico de Viladot. Un universo que se está reivindicando durante este año, con la conmemoración del
centenario de su nacimiento, con motivo del cual se ha organizado la exposición itinerante
Guillem Viladot i els creadors de Ponent, que llega a Cervera en diciembre.
No podemos irnos de Agramunt sin visitar la
iglesia de Santa Maria, de origen
románico y con un
campanario gótico, y
Lo Pilar d’Almenara, una torre de defensa emblemática, construida en los siglos XI y XII para vigilar las incursiones sarracenas. La
panorámica del llano de Urgell que se vislumbra desde lo alto es muy recomendable.
De Agramunt, iremos a
Penelles para seguir disfrutando del arte contemporáneo. En esta villa, los artistas pintan paredes, muros y fachadas durante tres días en el
Gargar Festival de Murales y Arte Rural, y las obras resultantes se pueden visitar a lo largo del año.
De Penelles, continuaremos a
El Tarròs, en el término de
Tornabous, donde nació
Lluís Companys y donde se encuentra el
centro de interpretación que profundiza en la figura y la obra política del que fuera
presidente de la Generalitat. La exposición tiene una museografía interactiva que acerca a este político a los visitantes a través de materiales que habitualmente se encuentran en los archivos.
Cerraremos el círculo en la
ciudad ibérica del Molí d’Espígol, que podría corresponder, según algunas hipótesis, a la
mítica ciudad de Atanagrum, antigua capital de la tribu de los ilergetes, destruida por Escipión durante la Segunda Guerra Púnica, según las crónicas de Polibio y Tito Livio. Una historia sorprendente.
Una propuesta de escapada en colaboración con la revista
Descobrir.
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