Al abrigo de la sierra de Montsant y rodeada de silencio y de naturaleza, la cartuja de Escaladei, en el Priorat, es el monasterio cartujano más antiguo de la Península y, actualmente, el único accesible al público en Cataluña. Su fundación se remonta al 1194, tras una concesión de Alfonso el Casto para fijar un poblamiento en tierras recién conquistadas.
El año pasado finalizaron los trabajos de restauración y de cubierta de la antigua iglesia del monasterio, que estaba en ruinas tras el abandono, el espolio y la destrucción que sufrió a raíz de la desamortización eclesiástica de 1835. El proyecto de rehabilitación arquitectónica se ha completado este año con la nueva museografía que ha estrenado el recinto, totalmente integrada, y con la experiencia inmersiva de realidad virtual Los ojos de la historia, que transporta al visitante a la cartuja del siglo XVII, a través de la voz y la experiencia vital del artífice de la decoración de la iglesia, Joaquim Juncosa. La experiencia también permite adentrarse en la cotidianeidad de los monjes gracias a la instalación audiovisual El silencio eterno, en la Sala del Capítulo de los Padres.
A poca distancia, el castillo monasterio de Escornalbou, en el Baix Camp, es otro elemento patrimonial que el territorio ha recibido como herencia de su pasado. Se trata de un monasterio construido, supuestamente, sobre una fortaleza sarracena, que más tarde se reconstruyó como residencia privada de Eduard Toda. El diplomático y egiptólogo compró el monasterio de Sant Miquel de Escornalbou en 1907 al volver de sus viajes por China, Egipto, Cerdeña y el norte de Europa, y lo convirtió en su hogar, punto de reunión de las principales figuras del Renacimiento.
Actualmente, se están terminando las obras de adecuación del castillo monasterio, convertido en casa museo y que expone el legado de Toda, como su extensa biblioteca y las muestras de las colecciones que reunió durante sus viajes. La visita incluye un paseo por la iglesia, la sala capitular y el claustro, que reformó para convertirlo en un jardín que regala una de las mejores vistas de las comarcas de Tarragona.
Si optáis por ir a estos espacios en familia, merece la pena preparar la visita con Si les parets parlessin (Si las paredes hablaran), el pódcast que cuenta las curiosas historias de varios monumentos distribuidos por el territorio –entre ellos, Escaladei y Escornalbou– y que pone voz a personajes del pasado.