El ámbito cultural catalán es el único de la Península Ibérica donde hay una intensa actividad dramática durante la Edad Media. Las grandes representaciones teatrales son la Pasión de Cristo y la Asunción de María.
A partir del siglo XIV las manifestaciones teatrales sobre la Pasión de Cristo se van diferenciando de los dramas eclesiásticos en latín. Las nuevas representaciones (misterios) resaltan la naturaleza humana de Cristo, incorporan la lengua vulgar y aceptan la participación del pueblo.
Actualmente se mantienen tres tipologías de misterios en lo que se denomina "valle de la Pasión", en El Baix Llobregat: la de raíz tradicional, que se realiza en Olesa y Esparreguera; la itinerante de Sant Vicenç dels Horts; y la representación moderna de una obra de autor, en Molins de Rei.
El gran ciclo dramático del teatro medieval catalán se completa con cuatro representaciones de la Asunción de la Virgen: el Drama litúrgico de Santa María de l’Estany, el Misterio de la Selva, el Misterio asuncionista de la Catedral de Valencia, y el Misterio o Fiesta de Elche.
Otras manifestaciones medievales que han llegado hasta la actualidad son el Canto de la Sibila de Mallorca y de Alguer, o la Danza de la Muerte de Verges.
La cultura catalana no se puede entender sin los grandes equipamientos de Barcelona. Son escenarios que se han convertido en la columna vertebral de la cultura del país.
El Palau de la Música, obra de Lluís Domènech i Montaner y Patrimonio la Humanidad por la Unesco, es mucho más que una refinada muestra de la arquitectura modernista. Testigo de episodios claves de la historia catalana, se ha convertido en referente para los catalanes.
Compartiendo protagonismo como símbolo de la cultura catalana está el Gran Teatro del Liceo. Construido en 1847 y ligado desde los inicios a la burguesía barcelonesa, este edificio ha sobrevivido a dos episodios catastróficos: una bomba anarquista en 1893 y un incendio en 1994.
Entre los equipamientos contemporáneos vinculados a las artes escénicas destacan el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), el Teatre Lliure y el Mercat de les Flors. En el ámbito musical, la referencia más allá del Palau de la Música y el Liceo es L’Auditori de Barcelona. En cuanto al arte, las principales instituciones son el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que ofrece una perspectiva global e histórica del arte catalán, y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), escaparate del arte más actual.
La Pasión de Olesa de Montserrat, una de las más conocidas y grandes de Cataluña junto con la de Esparraguera, tiene un origen eminentemente religioso: el Archivo Parroquial de Olesa conserva el documento más antiguo del que se tiene referencia, un inventario del 1530.
Pero desde sus inicios este espectáculo teatral siempre ha tenido un carácter urbano, cívico y popular. Es por ello que en diferentes etapas la Iglesia intentó controlarlo, primero trasladando la representación al templo, y posteriormente prohibiéndolo.
Finalmente, a partir de 1847 el espectáculo se representó en diferentes escenarios (el Teatro Principal, el Teatro del Círcol, el Teatro Olesa y el Gran Teatro de la Pasión), con la única pausa que supuso la Guerra Civil. Actualmente, y desde 1987, el moderno Teatro de la Pasión de Olesa, de grandes dimensiones, es el escenario de las representaciones.
Cientos de vecinos de Olesa, incluidos cerca de 500 figurantes, participan desinteresadamente cada año en la representación teatral de la Pasión, que suele tener lugar los fines de semana de marzo y abril. En 1996 se alcanzó un récord mundial al reunir simultáneamente a 729 actores en escena .
La Pasión de Esparraguera es un grandioso espectáculo teatral capaz de transmitir anualmente a unos 15.000 espectadores la esencia de unos personajes con dos mil años de historia. Comparte con la de Olesa de Montserrat el honor de ser una de las Pasiones más importantes de Cataluña.
Esta representación es posible gracias a la movilización de todo el pueblo de Esparraguera. Participan una gran cantidad de actores y figurantes, más los que trabajan entre bambalinas y los miembros de la orquesta y el coro. En total, cerca de un millar de personas ocupan el Teatro de la Pasión, el escenario de este espectáculo desde 1969.
El resultado de todo este esfuerzo es una decena de representaciones que destacan por su complejidad dramática y técnica, con rápidos cambios escenográficos y efectos especiales.
Las primeras noticias de la representación de la Pasión en Esparreguera son de principios de siglo XVII. Es una evolución teatral de los misterios, representaciones dramáticas de origen medieval. La versión actual de la Pasión de Esparreguera es la que escribe el poeta local Ramon Torruella en 1960, mientras que la música original es de Josep Borrás. La estructura se ha mantenido, con 4 actos y 35 cuadros.