La memoria de las colonias industriales a lo largo del Ter
A lo largo del siglo XIX, en la ribera de los cursos del Ter y del Llobregat se instalaron diferentes fábricas que aprovechaban la fuerza del agua para hacer funcionar la maquinaria. En algunos casos, estas fábricas contaban con viviendas para los trabajadores y varios servicios, como escuelas y economatos, que formaban parte de las llamadas colonias industriales.
Os proponemos una ruta por algunas de las colonias más emblemáticas que se encuentran en el paso del Ter por Osona. Empezamos en el Museo del Ter, en Manlleu. Inaugurado en 2004, explica el patrimonio industrial y natural de la cuenca media del río. Da a conocer aspectos históricos del proceso de industrialización y la vertiente más social de la vida industrial. Además, la exposición de dos turbinas permite entender el sistema mecánico de la fábrica. El Museo del Ter forma parte del sistema territorial del Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica de Cataluña (MNACTEC).
También en Manlleu, los orígenes de la Colonia Rusiñol, antigua Can Remisa y residencia del pintor y escritor Santiago Rusiñol, se remontan al 1845, cuando Josep Dulcet compra los terrenos para edificarla. Produjo hilo de algodón hasta 2009, y fue la última del Ter medio que cerró. El Museo del Ter organiza visitas guiadas cada primer domingo de mes por los jardines y el interior de las naves.
La Colonia Imbern o El pelut, en Orís, es una de las más singulares del tramo medio del Ter. Datada del 1859, destacan los jardines, diseñados por Rubió y Tudurí, y los edificios de estilo modernista, que fueron construidos con piedra de río careada.
En Sant Vicenç de Torelló rememoramos el pasado de dos colonias destacadas. Inaugurada en 1882, la Colonia Vila-seca fue la primera del municipio. Está formada por la fábrica, las viviendas de los obreros, la iglesia, una posada, la escuela y los jardines. Las viviendas históricas ahora son particulares. La otra es la conocida Colonia Borgonyà, que pusieron en funcionamiento en 1895 los escoceses J&P Coats. En 1903 se fusionaron con los industriales barceloneses Fabra. Actualmente, las casas están habitadas por extrabajadores, las naves de la fábrica están ocupadas por varias empresas y las instalaciones de los servicios son propiedad del Ayuntamiento de Sant Vicenç de Torelló. Podéis visitar la colonia el tercer domingo de cada mes a cargo del Museo del Ter.
Propuesta de escapada en colaboración con al revista Descobrir.