Fin de semana románico: El Empordà | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Escapadas



1. Porta Ferrada (Autor: Bob Masters)
2. Santa Maria de Roses (Flickr) 
3. Santa Maria de Vilabretran  (Autor: Bob Masters)
4. Sant Pere de Rodes

Mapa

Fin de semana románico: El Empordà

Arte y tramontana
La prosa de Josep Pla, el surrealismo de Salvador Dalí y el ingenio de Narcís Monturiol provienen del Empordà. Te invitamos a redescubrir en clave románica esta tierra de grandes personajes. Iremos de sur a norte, acompañados por otro rasgo distintivo de esta tierra: ¡La tramontana!

ABUNDANCIA PATRIMONIAL

La Costa Brava tiene mucho más que sol y playa: el monasterio de Sant Feliu de Guíxols es uno de los mejores ejemplos de nuestra herencia románica. Ante sí, la Porta Ferrada es la fachada de un antiguo edificio prerrománico que ha dado nombre al festival de música, teatro y danza más antiguo de Cataluña.

En Santa Cristina d’Aro se combina el románico de las iglesias de Bell-lloc d’Aro y Sant Martí de Romanyà con las originales propuestas de la Casa Màgica, un museo dedicado al ilusionismo. Ya en la Bisbal, podrás admirar el románico civil de su castillo y el Terracotta Museo.

Te espera mucho más románico, pero antes de seguir te recomendamos hacer una visita al yacimiento íbero de Ullastret. En Palau-Sator retomarás el hilo con las pinturas románicas de la iglesia de Sant Pau de Fontclara.

EL RASTRO DE LOS GENIOS

Siguiendo hacia el norte llegarás a la antigua colonia griega de Rhode, nuestra Roses: en la Ciutadella encontrarás el ábside central lombardo del monasterio de Santa Maria.

Muy cerca de Figueres han arraigado las schubertíades, encuentros musicales inspirados por el compositor austríaco Franz Schubert. Vilabertran los acoge cada verano, pero cualquier momento es bueno para conocer su monasterio románico de Santa Maria. Y no muy lejos de Rabós también encontrarás espiritualidad: el monasterio de Sant Quirze de Colera muestra un románico sobrio y robusto en medio de unas tierras trufadas de dólmenes y menhires.

Finalmente, hay que volver a la orilla del mar. El monasterio de Sant Pere de Rodes fue saqueado por piratas, visitado por los peregrinos y agraciado por el talento de los escultores más misteriosos del románico, el Maestro de Cabestany. Por eso y mucho más se trata de un exponente románico indispensable. ¡No pierdas de vista sus fantásticos capiteles!


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