Os proponemos una visita a Tarragona, uno de los principales focos culturales, políticos y militares del Imperio Romano en la península Ibérica y antigua capital provincial, primeramente de la Hispania Citerior y más tarde de la Tarraconense.
Uno de los testimonios más importantes de la huella romana en Tarragona es el
conjunto arqueológico de Tarraco, que el año 2000 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por el desarrollo de la ciudad y por la densidad y la calidad de los restos, que lo convierten en un bien universal e incomparable. El conjunto arqueológico incluye diversos monumentos del siglo III aC hasta el VI dC, que se encuentran en muy buen estado de conservación.
TEATRO, CIRCO Y ANFITEATROPodéis empezar la visita por los tres edificios destinados al espectáculo: el teatro, el forum y el anfiteatro, la construcción más icónica. Éste se encontraba situado fuera de las murallas, muy próximo a la Vía Augusta y a la playa, desde donde se descargaban los animales que tenían que participar en los espectáculos. Se celebraban luchas de gladiadores y luchas de fieras, demás de ser el lugar donde se ajusticiaban los condenados a muerte.
NECRÓPOLIS PALEOCRISTIANAEn el espacio de delimitan la avenida Ramón y Cajal, la avenida de la Independencia, la Fábrica de Tabacos y la avenida del Cardenal Vidal y Barraquer, se encuentra la
necrópolis paleocristiana, una de las áreas de entierro más extensas e importantes de Tarraco. Está considerado uno de los cementerios más grandes e importantes de todo occidente del Imperio Romano con más de 2.000 inhumaciones.
VILLA ROMANA DE CENTCELLESDespués de visitar los monumentos del núcleo de Tarragona podéis hacer un recorrido de 6 km hasta Constantí, donde está la
Villa romana de Centcelles, un monumento clave en el arte paleocristiano. En una de las estancias se conservan en un estado excepcional los mosaicos de cúpula temática cristiana más antiguos del mundo romano.
VILLA ROMANA DELS MUNTSPara finalizar la ruta, en Altafulla, a unos 20 minutos en coche de Centcelles, podéis visitar la
Villa romana dels Munts, un destacado testimonio de lo que fue un important enucleo residencial. Es uno de los conjuntos más importantes de la península en su categoría y muestra cómo era la residencia de un alto cargo de la administración de Tarraco.
Si os queda tiempo y queréis aprofundir más en la historia de Tarraco, visitad el
Arco de Barà, la
Torre de los Escipiones o el
Museu Nacional Arqueològic de Tarragona.
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