PARC PREHISTÒRIC DE CAPELLADESEn la comarca de L’Anoia se ha encontrado un tesoro excepcional: los restos del
cráneo de un neandertal de hace más de 60.000 años. Este antepasado nuestro vivió en el
abrigo Romaní de Capellades, y han tenido que pasar más de 40 años de excavaciones continuadas para que aflorara el hallazgo, que se produjo en agosto de 2022 y tiene una gran relevancia, ya que ha colocado al abrigo Romaní en el podio de los
yacimientos arqueológicos más importantes del mundo para conocer el comportamiento social y cultural de nuestros parientes ancestrales. El abrigo Romaní es uno de los yacimientos del
Parque Prehistórico de Capellades, que se puede visitar y que se extiende por la curiosa formación geológica del
riscal del Capelló, donde Capellades se asoma sobre el río Anoia.
MUSEO MOLINO PAPELERO Sin movernos de Capellades, visitamos otro de sus lugares emblemáticos, su
Museo Molino Papelero, que recoge el
legado de una importante industria: durante los
siglos XVIII y XIX, la villa fue uno de los
centros papeleros más importantes del país y llegó a adquirir
renombre internacional. El museo recoge la historia del papel desde sus orígenes hasta los procesos actuales de fabricación. Y en el sótano del molino todavía hoy se sigue elaborando
papel hecho a mano. De hecho, una de sus actividades educativas consiste en que los visitantes hagan papel reciclado, para sensibilizar sobre la necesidad del reciclaje y la sostenibilidad.
El de Capellades no era el único molino papelero de la zona. La ruta «
Los Caminos del Papel» reúne
5 itinerarios que permiten descubrir
el legado de un paisaje industrial formado por el río Anoia, las rieras, las acequias, las presas y los molinos papeleros.
CASTILLO DE CLARAMUNTL’Anoia es también una
tierra de castillos. Se levantaron muchos entre los
siglos X y XI para vigilar los límites de los territorios conquistados a los musulmanes. Uno de los castillos que adquirió más poder fue el de
Claramunt, situado en La Pobla de Claramunt, al lado de Capellades, y en la cima de la sierra de la Guàrdia, desde donde protegía la cuenca de Òdena.
Tiene la estructura clásica de los castillos del
siglo XII, con dos
recintos amurallados: el superior, donde se encuentran el área residencial, la sala gótica y cuatro torres, y el inferior, que acogía los servicios del castillo y que hoy es un gran patio rodeado de murallas. Es ideal para ir con los niños, porque la
ruta a pie para llegar está llena de sorpresas:
La montaña de los niños invita a relacionarse con el entorno a través del juego, la experimentación o la acción.
Una propuesta de escapada en colaboración con la revista
Descobrir.