El pabellón es una estructura horizontal de una sola planta que descansa sobre 8 pilares de acero que soportan todo el peso de la cubierta plana. No hay ningún espacio cerrado, ni tampoco puertas, y casi no existe una separación entre el interior y el exterior. La geometría pura y la sencillez dominan el edificio.
Muros de vidrio, mármoles verdes, ónix dorado del Atlas, travertino romano, cemento, acero cromado y agua son los ingredientes 'utilizados’ por Ludwig Mies Van der Rohe para diseñar un edificio austero pero con notables cualidades expresivas.
Esta obra tan singular se levantó con motivo de la Exposición Universal de 1929 en Barcelona. El Pabellón Alemán de Mies Van der Rohe fue un "golpe de modernidad" en medio de las suntuosas construcciones novecentistas que definieron la urbanización de Montjuïc.
A pesar de ser concebido como un edificio efímero (se desmontó una vez finalizada la Exposición Universal) tuvo tiempo suficiente para convertirse en un referente del racionalismo arquitectónico (años 20-30 del siglo XX). Tanto es así que en 1954, con motivo del 25 aniversario de la Exposición, el arquitecto Oriol Bohigas impulsa su reconstrucción. Ésta se hizo realidad después de más de 30 años, en 1986.
Antigua barraca de pescadores en Portlligat, donde en 1930 Salvador Dalí se instaló y vivió y trabajó hasta 1982. A partir de la construcción inicial, el pintor fue adquiriendo otras barracas similares y, a lo largo de cuarenta años, definió la que sería la casa actual, de la que hablaba como "una verdadera estructura biológica".
La construcción, ideada por Dalí y Gala, es una estructura laberíntica organizada alrededor del Salón de la Osa. A partir de este eje central se dispersa en una sucesión de pequeñas salas conectadas por pasillos, pequeños cambios de nivel y callejones sin salida. Las salas tienen ventanas de diferentes formas y dimensiones pero con un denominador común: enmarcan a la bahía de Portlligat, un paraje que es un tema constante en la obra de Dalí.
La casa, que el escritor Josep Pla califica como "sorprendente, extraordinaria y nunca vista" fue el refugio donde Dalí llevó "una vida de ascetismo y aislamiento" después de los años vividos en París.
En el año 1982, tras la muerte de Gala, Dalí no volvió a Portlligat. Con la muerte del pintor (1989), la casa se convirtió, a partir de 1994, en un pequeño recinto museístico adaptado por los arquitectos Oriol Clos i Costa y José Ramos Illán. Forma, junto con el Castillo Gala Dalí de Púbol y el Teatro-Museo Dalí de Figueres, el triángulo daliniano ampurdanés.
Construida entre 1932 y 1936 en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, la Casa Bloc es uno de los ejemplos paradigmáticos de la primera arquitectura racionalista en Cataluña. Es obra de Josep Lluís Sert (1902-1983), Josep Torres Clavé (1906-1939) y Joan Baptista Subirana (1904-1978), miembros del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). Se trata de un colectivo que, junto con la Generalitat de Catalunya, impulsó la introducción de la arquitectura moderna en el país a principios de los años 30.
Durante la Segunda República, fue un proyecto social innovador, integrado en el entorno urbano y con viviendas funcionales concebidas como alojamientos estándar para obreros. Una 'nueva’ arquitectura que definía la morfología urbana moderna, propia del siglo XX, contrapuesta al Eixample del siglo XIX.
Actualmente se puede visitar la vivienda 1/11 de la Casa Bloc, reconvertida en un piso-museo y gestionado por el Museo del Diseño de Barcelona. La musealización ha devuelto la estructura y el aspecto originales a la vivienda, y los presenta tal como lo habían pensado sus creadores.
Con 6.000 años de antigüedad, las Minas Prehistóricas de Gavà son el conjunto minero con galerías más antiguo de Europa. Estaban dedicadas a la extracción de variscita, un mineral semiprecioso que se utilizaba para hacer piezas de joyería .
Además de la compleja red minera que lo forma, el yacimiento destaca por los restos arqueológicos que se han encontrado, que reflejan el contexto socioeconómico y cultural del Neolítico en la Península Ibérica. Herramientas de piedra, hueso y madera (aún se desconocían los metales), fragmentos de cerámica y restos de materiales constructivos son algunos ejemplos de estos vestigios neolíticos.
Uno de los objetos más destacados es la Venus de Gavà, una figura antropomorfa de cerámica negra; se trata de una pieza incompleta y rota en diferentes fragmentos, de los que se puede deducir una forma femenina, de estructura simétrica y desproporcionada, con ojos en forma de soles y con las extremidades superiores apoyadas sobre un vientre prominente. La Venus de Gavà podría ser la imagen de una diosa de la fertilidad y constituye una de las pocas representaciones religiosas del Neolítico existentes en la Península.
Las manifestaciones artísticas (la Venus y las joyas) y la complejidad de las minas ponen de manifiesto que los habitantes de la zona formaban una sociedad avanzada y con sólidas creencias religiosas.
El Pirineo fue uno de los últimos espacios que los dinosaurios habitaron, hace 65 millones de años. El yacimiento cretácico de Coll de Nargó es considerado por la comunidad científica como uno de los más importantes del mundo. Y es que es una gran fuente de información sobre el momento en que se extinguieron los últimos grandes dinosaurios y comenzó una nueva era dominada por los mamíferos.
El yacimiento consta de una zona abierta al público llamada "Mirador del Cretácico", desde la que se pueden observar huellas, restos fósiles vegetales y animales, huevos y nidos de dinosaurio. Para divulgar la importancia del yacimiento, se creó el museo Dinosfera, un centro de interpretación interactivo basado en las nuevas tecnologías.
La exposición permanente se centra en explicar cómo se cree que era el proceso de reproducción de estos gigantes de la naturaleza. Y es que una de las piezas más espectaculares encontradas en Coll de Nargó y que se pueden ver en el museo es el nido de dinosaurio más grande de Europa. Precisamente, uno de los principales responsables de las puestas que se han encontrado en la zona es el titanosaurio. Por eso una reproducción de este saurópodo preside el inicio de la exposición.
Al morir el paleontólogo Miquel Crusafont, sus hijos cedieron el fondo y la colección de fósiles de su padre al Instituto Provincial de Paleontología, con la condición de que no saliera de Sabadell.
Este instituto pasó a llamarse posteriormente Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) y actualmente es el centro de referencia en investigación, conservación y difusión de la paleontología en Cataluña (la ciencia que estudia los seres vivos del pasado a través de los fósiles). A lo largo de su historia, la colección se ha ampliado hasta los 200.000 registros fósiles, obtenidos en diferentes yacimientos, convirtiéndose en una de las más importantes de Europa.
Entre los hallazgos más conocidos que custodia el ICP están Jordi y Montse (Hispanopithecus laietanus) y Pau (Pierolapithecus catalaunicus). Todos ellos son primates de más de 12 millones de años y han permitido explicar mejor el periodo entre los homínidos y sus ancestros primates.
Desde 2010, el museo se ha convertido en el principal espacio divulgativo del ICP. Allí, a través de recorridos interactivos, se muestra cómo es el proceso de investigación paleontológica, cómo es un laboratorio de restauración de fósiles, fósiles en 3D y recreación de paisajes de hace 66 millones de años, cuando los actuales Pirineos eran una zona poblada por dinosaurios.
Els Vilars (o Vilasos), un pequeño abrigo al oeste de Os de Balaguer, ha sido durante siglos un refugio de pastores, cosa que se puede ver en las paredes y techos ennegrecidos. No fue hasta los años 70 que debajo de las marcas de humo se descubrieron unas pinturas rupestres con más de 4.000 años de historia. Actualmente forman parte del conjunto de Arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998.
A pesar de no tener más de 60m2, la cueva está ricamente decorada: se han identificado hasta 28 figuras o trazos. En todo el conjunto, se conservan tres grupos de figuras especialmente significativas por su contenido. En primer lugar, una escena de danza, en la que un hombre coge por la cintura a dos mujeres vestidas con faldas típicas de la pintura levantina. Las tres figuras están pintadas en rojo intenso.
Otro de los grupos está formado por cuatro círculos concéntricos y se cree que es una representación "heliolítica", de tributo al sol. Por último, en el fondo de la cueva, se aprecia una escena de caza, en la que se representan cabras, lobos, zorros e incluso una cierva.
La ubicación de la cueva es privilegiada. Por su orientación recibe los primeros rayos de sol y, al mismo tiempo, tiene una amplia visibilidad del valle del río Farfanya.