La ciudad de Manresa está asociada indefectiblemente a la imponente estampa de la Colegiata Basílica de Santa Maria en lo alto del Puigcardener. Conocida popularmente como
la Seu, es considerada
uno de los principales edificios del gótico catalán.
Su emplazamiento elevado acogió sucesivamente un poblado íbero, una fortaleza romana y un templo románico. La construcción del actual edificio se inicia en 1322 bajo la dirección del mismo arquitecto de
Santa Maria del Mar,
Berenguer de Montagut, y se culmina a finales del siglo XV con el gótico como estilo imperante. Sin embargo, posteriores intervenciones hacen que encontremos también elementos renacentistas, barrocos o incluso neogóticos, como la fachada del baptisterio.
Los elementos más destacados de la Seu son el impresionante rosetón de la fachada de poniente, la
campana y la
cripta con un gran tabernáculo de mármol y ocho medallones barrocos. Lateralmente sobresalen dos torres: la de la capilla del Santísimo y la del baptisterio, de planta octogonal.
En el interior llama la atención la colección pictórica, donde destaca el
retablo del Espíritu Santo del maestro Pere Serra, uno de los más valiosos de la pintura catalana del siglo XIV.
Sobre la fachada principal del edificio se encuentra el
Museo Histórico de la Seu, inaugurado en 1934, que expone una gran muestra de obras de arte sacro.