Construida durante la segunda mitad del siglo XI por orden de los condes del Pallars, Ramon V y Valença (hija de Arnau Mir de Tost), la
iglesia de Santa Maria de Mur es un caso excepcional de canónica románica en territorio catalán. A diferencia de otros, conserva su
estructura original intacta, formada por la iglesia, el claustro y las dependencias de los canónigos.
La iglesia la podemos catalogar en un estilo
románico lombardo por las
fajas y los
arcos ciegos que decoran su exterior. Sigue el patrón típico del románico, con una
planta basilical de tres naves orientada al este y cubierta por una robusta bóveda de cañón. La bóveda se sostiene gracias a pilares y
arcos torales y la nave norte, caída desde hace siglos, se rehízo con tres capillas góticas. Junto con la iglesia, el
claustro -ya del siglo XII- es una de las joyas del conjunto. Tiene forma rectangular y sus lados son desiguales en número de columnas y arcadas. La mayoría de capiteles originales se han perdido pero en la galería oeste aún podemos observar algunos.
La iglesia de Santa Maria de Mur no se considera terminada (como la mayoría de templos románicos) hasta que la totalidad de sus muros fueron
pintados. En el ábside central encontramos un
Pantocrátor, rodeado por una
mandorla, sentado y rodeado por estrellas. También se observan los
cuatro evangelistas (
Tetramorfos), unas inscripciones de textos religiosos y siete lámparas. En el segundo nivel encontramos las figuras de los
doce apóstoles, con dos escenas que raramente podemos ver en las pinturas románicas que han llegado a la actualidad: unos atlantes y dos escenas referidas a
Abel y
Caín. En la parte inferior o tercer nivel se explican episodios de la infancia de Jesús, y en uno de los ábsides laterales también encontramos un tema poco frecuente: la
Ascensión, raramente representada en los ábsides.
Las valiosas pinturas de Santa Maria de Mur fueron arrancadas mediante la técnica del
strappo y vendidas en el año 1919 al anticuario estadounidense Ignacio Pollak. Esta acción motivó la primera intervención de la
Junta de Museos de Cataluña que, pese a los esfuerzos, no pudo evitar que las pinturas fueran a parar a los Estados Unidos.
Desde el año 2008, no obstante, la iglesia de Santa Maria de Mur muestra a los visitantes una copia fiel de estas pinturas gracias a una novedosa técnica de impresión. Esta acción, junto con la
restauración del claustro y de la iglesia, hace que la antigua canónica muestre una fisonomía más cercana a la original, después de años de expolio y abandono.
La iglesia de Santa Maria de Mur forma parte de la escapada ‘
Fin de semana románico: el Pallars y el Alt Urgell’.
Autor de las fotografías: Josep Giribet.