Cómo resolver un puzle de 3.000 piezas | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

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Cómo resolver un puzle de 3.000 piezas

En la villa romana de Els Munts, una majestuosa residencia situada cerca de Altafulla, en Tarragona, apareció en 1996 una pieza excepcional. Un techo único por sus dimensiones, unos 15 m², pero sobre todo por su estructura. Descubramos cuál ha sido el proceso de restauración de este excepcional rompecabezas gigante.


Un unicum en el Imperio romano

Los arqueólogos hablan de unicum cuando un hallazgo tiene unas características que lo hacen único, cuando no disponemos de referentes iguales. En este caso, el protagonista de esta historia es un techo de casetones y, por lo tanto, un unicum desde el punto de vista constructivo, ya que está estructurado en diversos niveles y no se ha encontrado ninguno similar en todo el territorio del antiguo Imperio romano. En época romana los techos habitualmente eran planos.
 
El techo de la villa romana de Els Munts apareció en 1996 fragmentado en más de 3.000 piezas, un rompecabezas que llevó de cabeza durante un buen tiempo al equipo de trabajo hasta que se dieron cuenta de que se trataba de una estructura de casetones. Han sido necesarios 18 años de trabajo para que esta pieza vuelva a brillar en todo su esplendor.
  • Proceso de restauración del techo de Els Munts
  • Detalle de los casetones con una de las ménades (MNAT)
  • Detalle de los casetones

El proceso de restauración, un auténtico reto

El edificio de los Servicios Centrales del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) ha sido el escenario donde el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) ha llevado a cabo la fase final de restauración, que empezó el pasado 2005 tras una primera etapa de estudio, limpieza e inicio de la recomposición.
 
Las grandes dimensiones del techo, unos 15 m2, planteaba un auténtico reto para el equipo de profesionales. No solo por la dificultad de agrupar los 3.000 fragmentos de este enorme puzle, sino también por el interés en conservar toda su integridad, es decir, todo el soporte y la estructura de piedra y mortero, unos elementos científica y arqueológicamente muy valiosos.
  • El equipo de restauración trabajando en la recomposición del techo
  • Proceso de restauración del techo (CRBMC)
  • El equipo de restauración trabajando en la recomposición del techo

El puzle

Para poder mover el techo y estudiarlo más detenidamente, la estructura se ha dividido en 42 paneles. El proceso final de restauración se ha llevado a cabo en tres fases:
 
En la primera fase, se ha trabajado en la parte del techo que originalmente quedaba a la vista, la parte delantera, para cohesionar los 3.000 fragmentos, como si de un puzle gigante se tratara.

En la segunda, se le ha dado la vuelta al techo para girar todos elementos sobre una superficie de cristal para estudiar la cara posterior y cohesionar todas las partes con mortero.
 
Finalmente, el proceso ha culminado con una tercera fase, en la que todos los elementos se han girado de nuevo y se ha trabajado por delante, para limpiar la pintura, reintegrar las grietas con morteros coloreados y pintar con la metodología del tratteggio. Esta técnica permite que todos los fragmentos del techo queden visualmente integrados y, una vez en el museo, el visitante pueda tener una percepción sobre cómo debía ser todo el conjunto en su origen.

Este proyecto ha sido coordinado por el CRBMC y el MNAT, y ejecutado por la empresa Arcobaleno.
  • División del techo en 42 paneles para facilitar la movilidad y el estudio
  • En esta fase del proceso de restauración, los elementos se giran sobre una superficie de cristal
  • Reintegración de las grietas con morteros coloreados y la aplicación de la técnica del tratteggio
  • La técnica del tratteggio es un proceso de la restauración que permite unir los fragmentos cromáticamente

¿Qué esconde este puzle?

La decoración de este techo es muy completa. En la parte perimetral encontramos una decoración ornamental, floral, con formas geométricas y la representación de las cuatro estaciones del año distribuidas en cuatro casetones. En la parte central, encontramos otros dos casetones, donde están representadas las ménades, las figuras alegóricas que acompañaban a Dionisio, dios del vino y las fiestas.
 
También cabe destacar la parte posterior, ya que, no solo conservar la pintura, sino que todavía se pueden observar las huellas de cuerdas, maderas y elementos de envigado que sustentaban el techo.
  • Detalle del estado de conservación de uno de los casetones antes de la restauración (CRBMC)
  • Casetones con las cuatro estaciones: a) primavera, b) verano, c) invierno y d) otoño (MNAT. Ramon Cornadó)
  • Detalle de los casetones
  • Casetones con las ménades (MNAT. Ramon Cornadó)
  • Parte posterior del techo (MNAT)
  • Detalle de la parte posterior del techo sobre una superficie de cristal (MNAT)
  • Detalle de la parte posterior del techo con la nueva base de regularización y el nuevo soporte (MNAT)

Una villa al lado del mar

Tarraco fue en época romana la capital de la Hispania Citerior. A 12 kilómetros de la ciudad, bien comunicada y en un lugar idílico, sobre una colina y cerca del mar, se construyó la villa romana de Els Munts, en Altafulla. Con unas dimensiones y un lujo excepcionales, esta residencia de campo datada de principios del siglo II dC estaba destinada al ocio y al recreo de las elites de Tarraco. Ahora es uno de los núcleos residenciales aristocráticos mejor conservados de la Hispania romana. Está inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO y la ciudadanía lo puede conocer en primera persona visitando la casa, los baños y el resto de zonas.
 
El conjunto destaca por los restos arquitectónicos y por la riqueza de sus elementos decorativos. También se pueden ver pinturas, mosaicos, esculturas, fuentes, lagos artificiales, columnas y placas de mármol, entre otras cosas.
 
A pesar de que actualmente solo se conserva la parte de abajo de la casa, sabemos que esta tenía dos plantas. El piso superior, que se distribuía en torno a un gran patio interior con un estanque con peces en el centro, se encontraban las habitaciones más nobles y una galería con vistas al jardín y al mar. En la planta inferior había más habitaciones y un gran comedor (triclinio). Siguiendo un pasillo abierto al jardín, se llegaba a los baños, con piscinas de agua fría (frigidarium) y de agua caliente (caldarium). Pero la villa no acababa aquí ya que los restos llegan hasta la playa.

La razón de tanta excepcionalidad podría relacionarse con la estancia del emperador Adriano en Tarraco en el invierno de 122 a 123 dC para presidir una asamblea de notables hispanos. Lo que sabemos con certeza es que Caius Valerius Avitus, alto funcionario imperial y duoviro de Tarraco, y su mujer Faustina, residieron en la villa a mediados del siglo II. Coincidiendo con su estancia, en el área residencial se realizaron una serie de reformas y ampliaciones. En una de las habitaciones de la planta baja, Avitus hizo que se instalara una cisterna de agua destinada a una ampliación del gran edificio de baños situado en la parte sur.
  • Vista aérea de la villa romana de Els Munts(MNAT)
  • Reconstrucción del área residencial por Hugo Prades (MNAT)
  • La villa romana de Els Munts. Vista de las esculturas sobre la piscina de agua fría (frigidarium) de los baños meridionales (MNAT)
  • Reconstrucción del área residencial por Hugo Prades (MNAT)
  • Estancias del criptopórtico decoradas con mosaicos y pinturas murales (CRBMC)
  • Detalle del mosaico en criptopórtico (MNAT)
  • Los visitantes observando las estancias calefactadas de la villa (MNAT)
  • Los visitantes observando la zona del criptopórtico (MNAT)
  • Los visitantes observando el depósito de agua, conocido popularmente como la Tartana (MNAT)

El hallazgo del techo

El techo con casetones estaba ubicado en una de las estancias que daban al corredor de la planta semisubterránea. A mediados de la década de 1990 se inició la excavación de un extenso mosaico en el corredor de la casa. En 1995 se excavó esta parte, pero el auténtico tesoro de la villa todavía estaba por descubrir.
 
Un año más tarde, en el marco de las excavaciones en las estancias, se encontró este techo caído en un momento indeterminado de los siglos V-VI dC y fragmentado en 3.000 piezas.
  • Excavación del techo caído in situ (1996) (Archivo Codex MNAT)
  • Estancia del criptopórtico donde se encontró el techo de casetones (CRBMC)

De Els Munts al MNAT

Una vez terminada la labor de restauración, el techo se trasladará en los 42 paneles actuales al MNAT y se montará in situ, uniendo todas las partes para darle una unidad.

Este techo se podrá ver por primera vez expuesto cuando se reabra el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona.
  • Fachada del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT)