La piedra seca. Un paisaje km 0 | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Historias

La piedra seca. Un paisaje km 0

La simplicidad, la belleza y la sostenibilidad de una construcción popular emblemática

Piedra sobre piedra

Cataluña es rica en patrimonio, y en cualquier parte encontramos caminos y construcciones llenas de historia. Nos referimos a la piedra seca, una de las técnicas por excelencia de la arquitectura tradicional. Como bien indica su nombre, el material principal es la piedra, un recurso abundante en el ámbito rural.
 
Esta técnica consiste en levantar construcciones colocando piedra sobre piedra sin utilizar ningún elemento de unión entre ellas, como yeso o cemento. La solidez de la construcción se basa en la distribución correcta de las piedras. Aunque aparentemente parece sencillo, se trata de una técnica histórica que requiere un alto conocimiento del material. De hecho, todavía existe gente que se dedica a esa profesión.

Un manual para introducirse a esta técnica a través de explicaciones muy amenas es Parets de pedra seca. Manual per a la construcció i la reparació. Este libro publicado en Suiza se puede consultar ahora en catalán gracias a la Fundació el Solà y la Editorial Andorra.
  • Imagen extraída de la vídeo presentación de la candidatura del arte de la piedra seca como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO 
  • Techo de las tinas de Solanes. El Pont de Vilomara i Rocafort (Bages). Foto: Jordi Play
  • Márgenes. Ripollès. Foto: Jordi Play
  • Libro "Paredes de piedra seca. Manual para la construcción y la reparación"

Por todo el Mediterráneo y mucho más

La técnica de la piedra seca se utiliza desde la prehistoria, sobre todo, a partir del Neolítico, y las primeras construcciones tuvieron su núcleo en Oriente Medio. Debido a los movimientos migratorios, se extendió por la cuenca mediterránea, hasta convertirse en una arquitectura popular.
 
En la península ibérica, Cataluña, junto con Valencia y Baleares, son las zonas más ricas en construcciones de piedra seca. Aunque es difícil saber cuándo se empezó exactamente a utilizar la técnica en Cataluña, podemos situar ese momento en la época de los iberos, en el siglo VI aC, y su edad de oro en el siglo XVIII, con las primeras construcciones que se conservan hoy en día. Para verlas, son parada obligada el Camp de Tarragona, El Penedès, L'Urgell, El Segrià, La Ribera d'Ebre, La Terra Alta, L'Empordà, Les Garrigues, La Segarra y El Bages.
  • Cabaña de bóveda. Agramunt (Urgell). Foto: Vicent Loscos
  • Barraca en el Ximbalar. Llançà (Alt Empordà). Foto: Vicenç Armangue

Arquitectura diversa, funcional y única

A lo largo de los años, y gracias a la piedra seca, se ha dado respuesta a necesidades de la agricultura, la ganadería, el abastecimiento de agua, la explotación del bosque y las comunicaciones terrestres. A pesar de utilizar el mismo elemento principal, las construcciones son bien diferentes entre ellas, según el tipo de piedra, las tradiciones constructivas locales y sus usos. ¡Cada edificación tiene su razón de ser!
 
Una de las estructuras más frecuentes son las barracas, que sirven de cobijo para los campesinos, tanto para protegerse de la lluvia y otras inclemencias del tiempo como para calentarse cerca del fuego, en invierno, o protegerse del sol y el calor, en verano. También sirven para proteger el ganado y como almacén. Encontramos diversos tipos de barracas, como son cabañas, refugios y cuevas, que pueden ser de planta circular, cuadrada, rectangular o de bóveda de cañón.  
Otros tipos de construcciones son el aljibe, un depósito para recoger el agua de la lluvia; el majadal, una porción de terreno no cultivado para que pastara el ganado; o las tinas, unos recipientes para la producción vinícola. Todo ello, unido al toque artístico de la persona constructora, ha hecho que cada trabajo sea único.
  •  Barraca grande de la Capona. El Pla de Santa Maria (Alt Camp). Foto: Esther Bargalló
  • Gran horno de aceite de enebro. Ribaroja d'Ebre (Ribera d'Ebre). Foto: Josep Blanch
  • Márgenes. El Perelló (Baix Ebre). Foto: Esther Bargalló
  • Majadal de Montroig. Els Plans de Sió (Segarra). Foto: Vicent Loscos
  • Tinas de Solanes. El Pont de Vilomara i Rocafort (Bages). Foto: Jordi Play

Sostenibilidad en estado puro

La piedra seca es una técnica versátil, resistente y totalmente respetuosa con el medio ambiente. El material se extrae del propio terreno, no se trata y, una vez hecha la construcción, se mimetiza y se integra perfectamente en el paisaje. Además, cualquier estructura que se deje de utilizar, se erosiona o se deteriora, y se acaba reintegrando de nuevo en el entorno natural.
 
Esto hace que las construcciones de piedra seca sean kilómetro 0 y 100% sostenibles, y que, en función de las calidades de la roca madre, las edificaciones tengan unas características y colores particulares según el territorio.
 
Así, por ejemplo, encontramos contrastes cromáticos tales como el blanco claro de la piedra calcárea, usada en las zonas del Camp de Tarragona, la Catalunya Central, las comarcas gerundenses y las Terres de l’Ebre; las tonalidades oscuras de la piedra seca de pizarra, usada en L'Alt Pirineu, L’Aran, L’Alt Berguedà; el rojo de la piedra volcánica del parque de Pedra Tosca, en La Garrotxa, el único lugar de Cataluña con construcciones levantadas con este tipo de piedra; o el tipo Bundsandstein, la piedra rojiza típica de muchas construcciones del Baix Llobregat y otros lugares.

  • Barraca en el Penedès. Foto: Jordi Play
  • Barraca de Les Oliveres o Fontanals. El Pla de Santa Maria (Alt Camp). Foto: Esther Bargalló
  • Barraca en el parque de Piedra Tosca. Les Preses (Garrotxa). Foto: Esther Bargalló

Piedra mojada

Si observamos las construcciones de las Terres de Ponent, las Terres de l’Ebre, el Camp de Tarragona y las comarcas de La Conca de Barberà y El Priorat, veremos que abundan edificaciones con unas formas muy curiosas. ¿El motivo? En estas zonas áridas, donde el agua es un bien escaso, encontramos un patrimonio hídrico extraordinario. Aljibes, balsas, acequias, pozos, norias y cisternas son algunas de las infraestructuras clave para el abastecimiento de agua freática y pluvial, para trabajar el campo.
 
Así pues, se trata de una técnica que no solo es sostenible por el material en sí mismo, sino también por los usos de sus construcciones.  

  • Pozo de la noria de Ca la Marta. Fatarella (Terra Alta). Autoría y propiedad de las imágenes: Fundación el Solà y Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de la Universitat Rovira i Virgili en el marco de la tesis doctoral titulada "Piedra en seco: herencia constructiva, conocimientos y técnica"
  • Cisterna de Solsona. Tivenys (Baix Ebre). Autoría y propiedad de las imágenes: Fundación el Solà y Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de la Universitat Rovira i Virgili en el marco de la tesis doctoral titulada "Piedra en seco: herencia constructiva conocimientos y técnica"
  • Aljibe Ribot, en la Gironeta. Torrebesses (Segrià). Foto: Mario Urrea
  • Pozo de hielo. Tàrrega (Urgell). Foto: Oriol Saula. Museo Comarcal de Urgell-Tàrrega
  • Balsa Bep del Pubill. Torrebesses (Segrià). Foto: Mario Urrea

Los acabados

Existen también otros tipos de construcciones de piedra seca, entre los que podemos encontrar muchos otros elementos, como escaleras, hornos, refugios y estructuras para guardar las patatas, o las colmenas para la producción de la miel. En las Terres de Ponent y L'Alt Pirineu también encontramos trampas para cazar con muérdago o loberas, unas construcciones formadas por un muro ligeramente inclinado hacia el interior que servía como trampa para cazar lobos.
 
En el interior de las barracas también se pueden encontrar cavidades practicadas en las paredes, ya previstas en el momento de construir las edificaciones, que constituyen elementos decorativos: comederos, armarios, bancos y chimeneas, entre otros. También encontramos otros elementos funcionales, como huecos en los que el campesino dejaba el cántaro o el porrón para que se mantuvieran frescos; hornacinas en las que guardaba el cesto con la comida o las tijeras de podar; un lecho en el que dormía una siesta, o bien un humero, que era una abertura que hacía la función de chimenea.
  • Margen con escaleras en el Tossal de la Fonta. Preixana (Urgell). Foto: Andreu Serés
  • Barraca. Montroig del Camp (Baix Camp). Foto: Antoni Salvador
  • Hornacinas en la barraca del Quicolis. Freginals (Montsià). Foto: Esther Bargalló
  • Trampa para cazar con muérdago. Tàrrega (Urgell). Foto: Roger Costa
  • Decantador. Fatarella (Terra Alta). Autoría y propiedad de las imágenes: Fundación el Solà y Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de la Universitat Rovira i Virgili en el marco de la tesis doctoral titulada "Piedra en seco: herencia constructiva conocimientos y técnica"

Cataluña, territorio de piedra seca

Actualmente, existen más de 32.000 construcciones de piedra seca inventariadas en Cataluña, algunas de las cuales han sido declaradas Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Es el caso de la Barraca del Jaume de la Cota, en Montroig del Camp (Baix Camp), una de las barracas más monumentales de Cataluña. Su altura interior de 3,90 m y su diámetro de 4,10 m la han hecho merecedora del sobrenombre de «La Catedral». Otra de las construcciones de récord es el Mas Llauradó, en Aitona (Segrià). Se trata de una cabaña de 200 m2 de superficie interior y 5,6 m de altura, por lo que se la considera la construcción de piedra seca con bóveda más grande de Cataluña. Es tan grande que, incluso, un tractor puede dar la vuelta dentro. 
 
Pero no todas las construcciones declaradas BCIN son barracas. Hasta trece tinas fueron reconocidas con esta distinción, todas ellas ubicadas en los municipios de Mura, el Pont de Vilumara y Rocafort, y Talamanca. Precisamente en esta última localidad del Bages se ubica uno de los conjuntos de esta tipología mejor conservados. Se trata de un conjunto de siete tinas para la producción vinícola, construidas de forma colectiva entre los siglos XVIII y XIX. Aunque las tinas a menudo se construyen dentro de los núcleos urbanos y en cavidades subterráneas, la Casa de les Tines se levantó entre las viñas y en superficie. También hay que destacar el margen de Bessó, en Vinaixa (Garrigues), uno de los márgenes más largos, de 128 metros de longitud, y la mina de agua de L’Estany (Moianès), un ejemplar único en Cataluña, con un recorrido de 435 metros de longitud.

  • Barraca de Jaume de la Cota. Montroig del Camp (Baix Camp). Foto: Esther Bargalló
  • Mas Llauradó. Aitona (Segrià). Foto: Mateu Esquerda
  • Barraca del Ametller. Amposta (Montsià). Foto: Esther Bargalló
  • Casa de les Tines. Talamanca (Bages). Foto: Esther Bargalló
  • Tinas de Bleda. Pont de Vilomara i Rocafort (Bages). Foto: Jordi Play
  • Margen del Bessó. Vinaixa (Garrigues). Foto: Ferran Obiols

Una técnica sin fin

El mayor reconocimiento para la piedra seca llegó en 2018, cuando la UNESCO incluyó esta técnica en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Chipre encabezó la candidatura, a la que se sumaron Grecia, Francia, Croacia, Eslovenia, Italia, Suiza y España para poner en valor estas construcciones y su papel en el paisaje, el territorio y la biodiversidad. 
A pesar de ser una técnica milenaria, la piedra seca afortunadamente no se ha perdido y se sigue utilizando en la arquitectura contemporánea y sostenible. Además, numerosas asociaciones, profesionales y expertos han puesto en marcha iniciativas para difundir y reivindicar su valor patrimonial, y como reconocimiento a aquellos que practican este oficio.
 
Tal es el caso de la entidad sin ánimo de lucro, Asociación por la Piedra Seca y la Arquitectura Tradicional, que trabaja para fomentar y difundir las diferentes iniciativas en torno a la piedra seca; la Semana de la Piedra Seca, un acontecimiento anual para la promoción y el reconocimiento de la técnica como patrimonio y oficio; el Encuentro de Piedra Seca y Arquitectura Tradicional, una jornada bianual de difusión, estudio e intercambio de ideas entre personas y colectivos interesados en la piedra seca; la exposición «Toda piedra hace pared. La piedra seca en Cataluña», y los cursos y talleres ocupacionales de restauración de construcciones de piedra seca.

  •  Vídeo de la candidatura del arte de la piedra seca como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

La piedra seca en formato digital

Si quieres saber más sobre esta técnica y explorar las construcciones que hay en el territorio, puedes consultar iniciativas y recursos en formato digital, como el inventario colaborativo Wikipedra, la APP de la Pedra Seca y el glosario del Observatori del Paisatge, con una recopilación de más de medio millar de palabras relacionadas con el mundo de la piedra seca de los territorios de habla catalana.
  • Captura de pantalla de la Wikipedra, la app de la piedra seca y del glosario del Observatori del Paisatge