En todas las épocas de la historia ha habido servidores públicos que han aprovechado su posición privilegiada para su beneficio particular. En Tremp, entre 1824 y 1829, se vivió un episodio que, si se produjera ahora, a buen seguro que saldría en las noticias.
Antonio Pinto del Valle era un hombre que vivía bien. Al ser de una familia bien conectada, había conseguido una buena posición: era el administrador de rentas del partido de Tremp. Su trabajo consistía en cobrar algunos de los impuestos de los habitantes de la zona y, además, también recaudaba la ganancia de la venta de los productos estancados como el tabaco y el papel timbrado, imprescindible cuando había que presentar documentos oficiales.
Para los gobiernos de Madrid, Tremp era un lugar remoto que les quedaba muy lejos. En la capital, los hombres de Fernando VII bastante trabajo tenían en perseguir a los liberales que habían mandado durante el Trienio como para estarse preocupando de qué pasaba más allá de la Corte y de las grandes ciudades. Y eso a Antonio ya le iba bien, porque le gustaba hacer las cosas a su manera.
Mapa de Tremp. Atles de viles, ciutats i territoris de Lleida. Autor: Burgueño Rivero, Jesús (2001).
De hecho, había convertido su trabajo en un negocio familiar, ya que tanto su hijo como su yerno lo ayudaban en los trámites de recaudación. El problema era que no eran muy meticulosos ni muy escrupulosos a la hora de llevar las cuentas. Ellos iban tirando. Recogían el dinero y Pinto enviaba una parte a sus superiores, pero el resto... Tanto tocar monedas de oro sin que nadie vigilase hizo difícil evitar caer en la tentación.
Y, así, el bueno de Antonio Pinto del Valle fue pasando los años. Después de 1824, vino el 25, el 26, el 27, el 28... Mientras tanto, las cosas en la villa y la Corte se iban poniendo en su lugar, y había quien intentaba controlar qué pasaba en el país. Así, en 1829, desde Madrid se decidió emprender una campaña de reorganización y se enviaron visitadores de rentas a todas partes para asegurarse de que todo se hacía según las normas. También a Tremp.
Croquis del camino de Tremp a La Pobla. Atles de viles, ciutats i territoris de Lleida. Autor: Burgueño Rivero, Jesús (2001).
Cuando Pinto recibió al supervisor, todo fueron prisas por intentar disimular aquel desorden de papeles y listados de cuentas que no se entendían y que presentaban cifras que no cuadraban por ningún lado. El visitador no paraba de pedir papeleo y el hombre ya no sabía qué excusa darle para justificar el desbarajuste (y el agujero en la caja, que cada vez se hacía más evidente).
1. Certificado de gasto. Fondo documental Intendencia de Lleida (Catastro de Patiño).
2. Estado de recaudación. Fondo documental Intendencia de Lleida (Catastro de Patiño).
Con el agua al cuello, Pinto pensó una estratagema para salir del paso. Como adelanto, le entregó unas latas de tabaco llenas de monedas de oro y le aseguró que al día siguiente seguro, seguro que se pondrían manos a la obra para que todo quedara aclarado de manera definitiva. Era mentira. Por la noche, el administrador de Tremp agarró todo lo que pudo y huyó pies, ¿para qué os quiero? Eso sí, antes de escapar, pasó por casa de su hija y su yerno para dejarles 80.000 reales, y luego se marchó hacia Aragón con la intención de cruzar la frontera con Francia y evitar que lo atraparan. No lo consiguió. Fue detenido en Benasque y las autoridades lo acusaron de evasión de capitales.
Registro de salida. Fondo documental Intendencia de Lleida (Catastro de Patiño).
El Archivo Histórico de Lleida
Antonio Pinto del Valle fue sometido a juicio junto a su hijo y su yerno. Durante el proceso, se llegó a la conclusión de que los tres hombres habían defraudado 252.586 reales y 6 maravedíes, además de todas las irregularidades administrativas acumuladas a lo largo de los años de mala praxis. Quien se llevó la peor parte fue Pinto, que, tras pasar un tiempo en la cárcel de Barcelona, en 1832 fue condenado a galeras forzadas. Mientras tanto, al supervisor y a otros funcionarios de Hacienda les tocó arreglar el desaguisado con los impuestos del partido de Tremp. Teniendo en cuenta la ingente cantidad de páginas que constan en el expediente conservado en el Archivo Histórico de Lleida, no sería nada extraño que aquellos hombres que debían poner orden a las fechorías del administrador de Tremp maldijeran a Antonio Pinto con todas sus fuerzas por el enorme trabajo que debió de llevar solucionar aquel berenjenal.
Vista del depósito del Archivo Histórico de Lleida.
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Y, si quieres consultarlo presencialmente en el Archivo Histórico de Lleida, pregunta por el documento “Causa contra Antonio Pinto, exadministrador de Rendes del partit de Tremp per haver-se fugat amb cabals”, con el código de referencia AHL260-19-T2-3940.
La importancia del documento
Y, si aún quieres profundizar más, mira este vídeo en el que Maria Jesús Llavero, técnica superior del Archivo Histórico de Lleida, nos explica la importancia del documento escogido para explicar esta historia.