T2xC8 - Muerte en el Liceu | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Historias

T2xC8 - Muerte en el Liceu

En 1893, el Gran Teatre del Liceu fue escenario de uno de los atentados terroristas más graves que se ha vivido nunca en Cataluña. Los hechos causaron una profunda conmoción en todos los ámbitos, tal y como demuestran los archivos.

Aquel 7 de noviembre era un día importante en Barcelona. Comenzaba la temporada de ópera del Liceu y cualquier persona que fuera alguien en la alta sociedad de la ciudad estaba allí aquella noche, vestida de punta en blanco, para asistir a la representación de la obra Guillermo Tell de Rossini. Santiago Salvador, de veintisiete años, lo sabía. Desde su localidad en el gallinero, siguió el primer acto observando con desprecio a aquella gente engalanada que llenaba la platea y las lonjas del primer piso. A las 22.15 h, cuando tras un breve descanso comenzaron a sonar los compases iniciales del segundo acto, se sacó las dos bombas Orsini que llevaba escondidas y las dejó caer en medio del público. 
 

1. Reproducción de la escultura La tentación del hombre, de Antoni Gaudí, emplazada en la basílica de la Sagrada Familia. Aparece el diablo ofreciendo a un obrero una bomba Orsini. Autor: BERTRAN, Marc-Jesús. El Gran Teatre del Liceu de Barcelona 1837-1930, Instituto Gráfico Oliva de Vilanova, 1931.

2. Fachada del Gran Teatre del Liceu, c. 1880. Autor: M. Sala. BERTRAN

3. Título de propiedad de una butaca en el Gran Teatre del Liceu, 1873. Fondo: Casa de Caritat  

La explosión fue terrible y provocó el pánico de los asistentes, que intentaron abandonar el teatro como pudieron. En medio de la platea, el espectáculo era dantesco. Sangre y vísceras por todas partes. Gritos agonizantes y un buen número de cadáveres. En total, veinte muertos y casi treinta heridos graves. Entre las víctimas, la hermana de la soprano y dos chicas de 14 y 16 años.

Santiago Salvador aprovechó el caos para abandonar el Liceu y esconderse. A partir de ese momento, se convirtió en el hombre más buscado de Cataluña y de España. El atentado fue tan desgarrador que incluso se hizo eco la prensa internacional y, desde todas partes, llegaron muestras de solidaridad. La ópera Guillermo Tell no volvería a representarse hasta treinta y dos años después.
 

Coches fúnebres de la Casa de Caritat, c. 1880. Autor: Carlos Bertazioli. Fondo: Diputación de Barcelona. 

Por ejemplo, en el Archivo de la Diputación de Barcelona se conservan los telegramas enviados por otras corporaciones provinciales, como la de Zaragoza. Pero el más sobrecogedor es el breve texto escrito por los familiares de las víctimas dirigido al presidente de la Diputación, Manuel Planas Casals, para agradecerle haber estado junto a los afectados desde el primer momento y haber estado con ellos cuando fueron trasladados al Hospital de la Santa Creu tras el atentado. Aquella concisa nota también incluía el ruego para que Planas Casals asistiera al funeral que se celebró en la iglesia del Pi el día 15. No hace falta decir que el presidente aceptó la invitación.
 
Antes de asistir a las exequias, la corporación provincial celebró un pleno donde, a petición de la presidencia, se acordó enviar un telegrama al consejo de ministros pidiendo que los criminales responsables de aquella atrocidad fueran perseguidos con todos los medios posibles.
 
 



Carta de agradecimiento de los familiares de las víctimas de los atentados del Liceu dirigida a Manuel Planas Casals, presidente de la Diputación de Barcelona, 1893. Fondo: Diputación de Barcelona (CAT AGDB 1607, exp. 4)

La petición quizá fue un mero formalismo porque las autoridades centrales habían impuesto la ley marcial en Barcelona y, con la excusa del atentado, iniciaron una represión generalizada contra todo el movimiento anarquista. A Salvador no lo detuvieron hasta el 2 de enero de 1894, cuando fue localizado en Zaragoza. En seguida fue trasladado a Barcelona para comenzar el juicio. Cuando durante el interrogatorio le pidieron el porqué de las bombas, justificó su acción diciendo que había sido un acto de venganza por la ejecución del terrorista anarquista Paulí Pallàs, quien había sido fusilado solo un mes antes y que también había perpetrado un atentado con bombas Orsini. Durante el proceso, Salvador no mostró ningún tipo de remordimiento y admitió que quería provocar tanto daño como fuera posible. 
 


Testamento del anarquista Santiago Salvador Franch. Fondo: Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona (AHPB_1422_15_2838r_2839r)

Santiago Salvador fue juzgado y sentenciado a muerte. La ejecución en el garrote vil se produjo el 21 de noviembre, en el patio de Els Corders, la actual plaza Folch i Torres. Además de él, también se aplicó la pena capital contra seis obreros que no tenían nada que ver con los hechos, pero a quienes se incriminó aprovechando su militancia en el movimiento anarquista.

 
 
 



Acta del Pleno de la Diputación de Barcelona de 11 de noviembre de 1893. Fondo: Diputación de Barcelona (CAT AGDB vol.58)
 

El Archivo de la Diputación de Barcelona

Un episodio desgarrador que dejó rastro en los archivos, tal y como se puede comprobar consultando esta documentación que forma parte del fondo del Archivo de la Diputación de Barcelona.

 

Imágenes del Archivo de la Diputación de Barcelona. Autor: Lorena Ruiz Pellicero

¿Quieres saber más detalles de esta historia?

Consulta el documento original en el que se basa esta historia en Archivos en Línea.

https://www.diba.cat/documents/94831/391772223/4-AGDB_1607_exp_4_Liceu_atemptat_telegrama1.tif.pdf/533c6668-3d38-40c3-8c95-cf6b7d8e9432?t=1686729764876 

Y, si quieres consultarlo presencialmente en el Archivo General de la Diputación de Barcelona, pregunta por el documento “CAT AGDB 1607” en el Expediente 4 del Fondo de la Diputación de Barcelona.

 


Cubierta del expediente sobre el atentado cometido en el Gran Teatre del Liceu la noche del 7 de noviembre de 1893. Fondo: Diputación de Barcelona (CAT AGDB 1607, exp. 4)

La importancia del documento

Y, si aún quieres profundizar más, mira este vídeo en el que Alícia Xicota Viñé y Helena Escobar Viñé, técnicas del Archivo General de la Diputación de Barcelona, nos explican la importancia del documento escogido para explicar esta historia.