Por ejemplo, en el Archivo de la Diputación de Barcelona se conservan los telegramas enviados por otras corporaciones provinciales, como la de Zaragoza. Pero el más sobrecogedor es el breve texto escrito por los familiares de las víctimas dirigido al presidente de la Diputación, Manuel Planas Casals, para agradecerle haber estado junto a los afectados desde el primer momento y haber estado con ellos cuando fueron trasladados al Hospital de la Santa Creu tras el atentado. Aquella concisa nota también incluía el ruego para que Planas Casals asistiera al funeral que se celebró en la iglesia del Pi el día 15. No hace falta decir que el presidente aceptó la invitación.
Antes de asistir a las exequias, la corporación provincial celebró un pleno donde, a petición de la presidencia, se acordó enviar un telegrama al consejo de ministros pidiendo que los criminales responsables de aquella atrocidad fueran perseguidos con todos los medios posibles.