Molí d’Espígol Testimonio único del poder de los ilergetes
El pueblo íbero de los ilergetes tiene el municipio urgellence de Tornabous uno de los principales exponentes de su potencial político, comercial y económico antes de la llegada de los romanos.
Aunque los orígenes del asentamiento son de finales de la primera edad del hierro, los restos arqueológicos del Molí d’Espígol nos cuentan el avanzado urbanismo que esta comunidad alcanzó en la época de su máximo esplendor, entre los siglos IV y III a.
Es en este momento cuando el Molí d’Espígol pasó de ser un asentamiento a una ciudad, con una economía basada en la agricultura y la ganadería. La complejidad de las casas o innovaciones como las canalizaciones bajo el enlosado ponen de manifiesto la progresión del poblado. Y, por encima de todo, la disposición urbanística, que es la que ha llegado a nuestros días.
Las excavaciones, que se iniciaron en 1970 desde el Museo Diocesano de Solsona y que gestiona el Museo de Arqueología de Cataluña desde 2000, han dejado entrever dos espacios arqueológicos bien definidos: el ámbito urbano, con restos visibles y visitables, y un ámbito suburbano al norte, fuera de las murallas del oppidum, fruto del crecimiento de la ciudad. También se ha identificado la fuente que abastecía de agua la comunidad: una antigua balsa, actualmente desecada, situada fuera del núcleo amurallado.
Alrededor del 200 aC el pueblo ibérico de los ilergetes se deshizo y se abandonó el yacimiento. Hubo una posterior reocupación hasta su abandono total a mediados del siglo I a.
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La visita al yacimiento se realiza únicamente con reserva previa mediante correo electrónico a reservesmonuments.acdpc@gencat.cat o en el teléfono 977 638 329.
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Prospección en el poblado ibérico
Los resultados han permitido escribir buena parte de la trama urbana aún inexplorada en una extensión de cerca de 6500m².