Ciudadela Ibérica de Calafell Recreando la vida de fa 2.500 años
A partir del siglo V aC, lo que era un pequeño asentamiento ibérico en una colina frente a los estanques de la playa de Calafell se convirtió en uno de los poblados destacados de la tribu de los cosetanos. En ese momento se levantó una poderosa muralla y se trazó una extensa trama urbana. Parte de la singularidad de este yacimiento, sin embargo, se encuentra en la museografía. Y es que se ha reconstruido buena parte de la Ciudadela de Calafell utilizando criterios de la arqueología experimental. El resultado es una aproximación científica y didáctica de cómo vivían realmente los íberos.
De las 3 hectáreas que ocupaba el poblado, casi se ha excavado todo el recinto dentro de la muralla. Se ha identificado que algunas de las casas pertenecían a una élite de guerreros y, en el punto más alto, se encontraba la casa del caudillo. También se han localizado recintos destinados a cultos domésticos, un pozo de agua, hornos para cocer pan y torres que servían de almacén.
Los datos arqueológicos extraídos de las excavaciones permitieron en 1992 reconstruir el poblado, siguiendo modelos museográficos de los países nórdicos. Se escogió plasmar la última fase de ocupación, en el siglo III aC, justo antes de la romanización de la Península Ibérica. Así, se puede recorrer las calles y entrar en las casas, que incluso están amuebladas con réplicas de los objetos encontrados en el yacimiento. Esta musealización ha hecho que la Ciudadela de Calafell forme parte desde 2007 de la red europea EXARC (European Exchange on Archaeological Research and Communication).
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¿Qué puedo hacer?
Si quieres sentirte de verdad como un íbero, participa en las actividades familiares y educativas. También se organizan visitas guiadas.
El yacimiento forma parte de la Ruta de los Íberos.