La revista catalana Dau al Set (1948) y el grupo artístico homónimo son considerados las manifestaciones más importantes del vanguardismo de posguerra.
La gran mayoría de sus miembros fundadores (el poeta y dramaturgo Joan Brossa, el filósofo Arnau Puig y los pintores Joan Ponç, Antoni Tàpies, Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats) vivían en el mismo barrio de Barcelona, y los unía la disconformidad con la situación ideológica represiva y las limitadas posibilidades creativas de la época. También compartían una gran creatividad, sensibilidad y sentido de la acción.
El nombre de la revista jugaba con la idea de lo imposible (un dado sólo tiene seis caras), y expresaba la intención del grupo, situado entre la negación y confusión del dadaísmo y la liberadora expresión creativa del surrealismo.
Las circunstancias políticas dificultaron la voluntad de Dau al Set de incidir en el entorno social, y la expresión de libertad de sus miembros fue sobre todo artística y creativa. Así, lucharon para evitar las formas expresivas establecidas por el Régimen, demostraron que la represión no puede ahogar la creatividad y fueron los detonantes de nuevas actitudes de expresión libre.