Antes de visitar las bodegas del
Bages, merece la pena adentrarse en los
Valles de Montcau y echar un vistazo a las
tinas y
“barracas de vino” aisladas. Son
construcciones tradicionales y artesanales de piedra seca, de forma circular, que podemos encontrar solas o en conjunto repartidas por los campos.
Destacan las
tinas de Solanes, entre los municipios de Pont de Vilomara y Rocafort, las
Tinas del Tosques, situadas en el valle del Flequer y el conjunto de l’
Escudelleta, en el municipio de Rocafort, formado por once tinas y siete barracas adosadas. Perfectamente integradas en el paisaje, estas construcciones agrarias hechas por los
mismos campesinos a finales del siglo XIX representan “la arqueología” de las bodegas modernas.
Siguiendo la ruta, visitamos la
masía Roqueta, en Santa Maria d’Horta d’Avinyó de origen medieval. Sus
sótanos aún guardan el aroma del vino que se ha elaborado allí durante siglos.
UN PASEO POR EL ROMÁNICO MEDIEVALVisitamos el pueblo de
Talamanca, con sus calles empedradas. En el
castillo o el
Molino del Menut, otra masía de origen medieval, podremos observar la antigua prensa y las tinas para hacer vino, el molino hidráulico para moler grano y los corrales del ganado.
Cerca de Talamanca encontramos algunas
bodegas cooperativas de la zona, como las del Sindicato Agrícola de Santpedor y la de Salelles, además de la antigua destilería de Can Forrellat en Castellbell i el Vilar.
LAS COLONIAS DEL LLOBREGATUn poco más al
norte encontraremos otros testigos del
pasado industrial de Cataluña. Siguiendo el curso del río Llobregat podemos visitar la
Colonia Vidal, la de
Viladomiu,
Cal Marçal o
Cal Rosal, entre otras. Todo sin olvidar el toque medieval que nos dan la iglesia románica de
Sant Vicenç d'Obiols y el puente d’Orniu.
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