T2xC1 - Con las cartas en la mano | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Historias

T2xC1 - Con las cartas en la mano

Una calurosa noche del verano de 1667, en Santa Coloma de Farners, el rencor bulle dentro de un hombre que hace tiempo que quiere eliminar a su adversario, aunque su oficio no le debería permitir conocer el odio. Incluso en los documentos más insospechados se puede recorrer el rastro de un crimen.

El 20 de agosto es Sant Bernat y, tiempo atrás, en Santa Coloma de Farners, era el día de la fiesta mayor. Aprovechando que el trabajo en el campo iba bajando tras la siega, la gente de los pueblos y caseríos de los alrededores aprovechaban para acercarse a la localidad, visitar a los parientes, y festejar e irse de juerga. 

Eso es lo que hizo en 1667 Joan Parés Pagès, propietario de un mas que todavía existe en Sant Martí Sapresa, una pequeña localidad a unos ocho kilómetros de Santa Coloma. Aquella noche de verano, en vez de volver, Parés prefirió alargar la fiesta y quedarse en casa de unos parientes suyos, conocida como Can Cubias, que estaba en la actual plaza de Farners. 
 
1. Dos capellanes de excursión en los alrededores de Brunyola, con casas y el castillo de la población al fondo. Una de las torres del castillo todavía hoy hace de campanario. ACSE, Fondo Vilallonga

2. Rectoría de Sant Martí Sapresa. ACSE, Fondo Vilallonga

3. Mas Parés (Sant Martí Sapresa, término municipal de Brunyola) ACSE, Fondo Vilallonga.

Aunque hacía rato que el sol se había puesto, el calor no se iba ni con las ventanas abiertas. Como le costaba dormir, decidió pasar el rato jugando a cartas con el barbero de Sant Hilari Sacalm, que también estaba en la casa. Al juego de moda de aquel tiempo lo llamaban “A sientos” y seguramente era una adaptación del que había empezado a jugarse en Francia el siglo anterior. Tenía este nombre porque tenía por objetivo llegar a los cien puntos robando cartas al oponente.

Quizá porque los dos hombres estaban tan entretenidos intentando ganar o quizá porque fuera todavía continuaba la algarabía de la fiesta mayor, no escucharon como alguien apoyaba una escalera de mano para llegar a la ventana de la sala del primer piso donde estaban jugando. De repente, un disparo. Al instante, Joan Parés cayó muerto, aún con las cartas en la mano. Su compañero de juego no tuvo tiempo de reaccionar. 
 



1. Plaza Farners durante un día de mercado. En una de las casas del fondo, a la izquierda, tuvieron lugar los hechos. Fondo Aulí



Sabemos que los asesinos eran dos, pero solo conocemos la identidad de uno, Lo Escarrà de Sant Pau. En cambio, del otro no nos ha llegado el nombre porque era del pueblo y quien dejó constancia escrita del crimen prefirió no anotarlo para evitar la mala fama. En cambio, no dudó ni un instante en relatar que los malhechores habían actuado instigados por el rector de la parroquia de Brunyola, el municipio vecino de Sant Martí Sapresa y Santa Coloma de Farners.
 
Según el cronista de los hechos, a pesar de ser hombre de iglesia, el sacerdote hacía tiempo que albergaba rencor contra la víctima por culpa de unas antiguas disputas judiciales que habían resultado favorables a Parés. Y tanto había hablado del odio que sentía contra él, que Lo Escarrà de Sant Pau y su cómplice habían decidido eliminarlo convencidos de que recibirían una buena recompensa por el trabajo. Cuando el sacerdote de Brunyola se vio señalado, puso pies en polvorosa hacia Barcelona para esconderse en un convento. 
 





1. Plano de Santa Coloma de Farners del s. XVIII. Los hechos tuvieron lugar justo delante de la Casa Farners. ANC, Fondo Cruïlles, sección Farners.

2. Pedreñal del siglo XVII

Temía las represalias porque Parés era familiar del Santo Oficio y eso quería decir que era hombre influyente y respetado. Los familiares eran un tipo de cargos de la organización inquisitorial presentes en todos los pueblos del país. Aunque tenían una función más bien consultiva, solían ser elegidos para ejercer de familiares aquellos hombres más devotos, de buenas costumbres y respetables de cada municipio. Claro que en algunos puntos de Cataluña se habían dado casos de abusos de poder de algunos que se aprovechaban en beneficio propio de ostentar aquel cargo y del temor que despertaba el Santo Oficio. 

La mañana después del asesinato, el cadáver de Parés fue conducido a su masía. Allí le esperaba su esposa embarazada, que ante la impresión de la noticia se puso de parto. La criatura fue un niño, a quien bautizaron el mismo día para darle el nombre de su padre fallecido. 
 


Óbito de Joan Parés, señor útil y propietario de la masía Parés de Sant Martí Sapresa.

El Archivo Comarcal de La Selva



Todo ello lo dejó escrito mosén Antoni Camps, rector de Sant Martí Sapresa, en el Llibre dels Morts de la parroquia con fecha del 22 de agosto de 1667, día que fue despedido el cuerpo de Joan Parés Pagès con una misa celebrada por ocho sacerdotes. 

La crónica del asesinato se conserva en el Archivo Comarcal de La Selva. De la propia mano de Camps se pueden leer aquellos hechos que ocurrieron mientras se jugaba a una partida de cartas en plena fiesta mayor de Santa Coloma de Farners. 
 


Imágenes del Archivo Comarcal de La Selva. Autor: Lorena Ruiz Pellicero

¿Quieres saber más detalles de esta historia?

Consulta el documento original en el que se basa esta historia en Archivos en Línea.

https://arxiusenlinia.cultura.gencat.cat/#/cercaavancada/detallunitat/ACSE160-97-T2-1

Y, si quieres consultarlo presencialmente en el Archivo Comarcal de La Selva, pregunta por el documento “Òbit de Joan Parés, senyor útil i propietari del mas Parés de Sant Martí Sapresa”, con el código ACSE160-97-T2-1. Pertenece al fondo Vilallonga (el código del fondo es el 97).

La importancia del documento

Y, si aún quieres profundizar más, mira este vídeo en el que Joaquim Carreras, director del Archivo Comarcal de La Selva, nos explica la importancia del documento escogido para explicar esta historia.