Castillo de Montsoriu. Vicenç Vilà / Wikimedia Commons. CC BY-SA 3.0
La Costa Brava no es sólo sol y playa. Si nos adentramos un poco hacia el interior encontraremos infinidad de castillos y fortalezas, testigos del pasado medieval y situados en lugares estratégicos. Su función: defender un territorio tan bonito como peligroso. Cercanos todos ellos a la frontera, las incursiones y las rencillas eran frecuentes.
Esta es nuestra selección de los castillos y fortalezas costeros que no debes dejar de visitar:
Pasea por la Ciutadela, un auténtico museo al aire libre que Carlos I erigió para protegerse de los piratas y las invasiones turcas.
Si visitas el Castillo de Sant Ferran te sorprenderá la planta pentagonal de una de las fortalezas más grandes de Europa.
El misterioso Castillo de Montsoriu esconde el secreto de la bruja Guilleuma. Cuentan las malas lenguas que desde hace siglos ronda la fortaleza y asusta todo aquel que osa acercarse. ¡Una visita recomendada sólo para valientes!
El espectacular Castillo de Peralada no se puede visitar en su totalidad pero alberga el casino y sus jardines están abiertos durante los meses de julio y agosto con motivo del Festival de Peralada. Una buena ocasión para escuchar buena música y probar los vinos de la comarca.
Esta villa, construida alrededor de su castillo, viaja a la edad media un fin de semana al año. Estás invitado al mercado medieval que se celebra los días 3 y 4 de octubre: productos de la comarca y oficios de época en la plaza del castillo.
Naturaleza e historia unidas en un mismo enclave: te proponemos una visita al castillo de Requesens, rodeado de los paisajes y los aromas mediterráneos de la sierra de la Albera.