Con 42 figuras pintadas y 260 elementos grabados sobre la roca, la Roca dels Moros (El Cogul, Les Garrigues) es sin duda uno de los yacimientos rupestres más importantes de la Península Ibérica. El conjunto es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1998.
Esta zona de Les Garrigues ha estado habitada por el hombre de forma ininterrumpida desde el Paleolítico y la cavidad se utilizó durante unos 5.000 años como lugar de culto. Los últimos cazadores-recolectores (VIII-V milenio a.C.) dejaron en la roca las pinturas pertenecientes al arte levantino. Más tarde, durante el V y II milenio a.C., los grupos neolíticos tomaron el relevo para dibujar sus creencias (representaciones muy diversas que se inscriben dentro del arte esquemático). Los investigadores han identificado también inscripciones posteriores, de época ibérica y romana, aunque muchas son ilegibles.
Entre las escenas más destacadas está la cacería, con la representación de una figura humana que lleva un arco y unas flechas y que se enfrenta a un jabalí. También destacan las figuras de varios toros. La singularidad del conjunto se manifiesta sobre todo en la escena que se ha denominado 'la danza fálica: un grupo de mujeres vestidas con largas faldas y el cuerpo desnudo se agrupan en parejas y rodean a un hombre con el sexo exagerado. Se trata de una excepcional representación de un acto ritual que refuerza la identidad de la cueva como lugar de culto rupestre.
Situados en la sierra de Godall de Ulldecona, los Abrigos de la Ermita son el conjunto más importante de pinturas rupestres de estilo levantino en Cataluña y forman parte de la lista de patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1998 y de La Ruta del Arte Rupestre.
En este conjunto excepcional, el hombre neolítico trazó un mundo de creencias o relatos míticos relacionados con la caza. Los escarpes de Godall eran un lugar propicio para la caza de animales y así se puede ver en las pinturas: animales de diversas especies de la zona, arqueros e incluso divinidades y rituales. Los expertos afirman que la sociedad neolítica utilizaba la pintura rupestre como medio de comunicación con el objetivo de marcar los lugares de reunión y de celebración.
Las primeras pinturas de la sierra de Godall se descubrieron en 1975 en una cueva del barranco. Actualmente se han localizado hasta catorce abrigos decorados por el hombre hace 8.000 años. Cerca de los abrigos, en el Centro de Interpretación de Arte Rupestre Abrigos de la Ermita, creado por el Museo de Arqueología de Cataluña, el visitante puede descubrir el legado artístico e histórico de Ulldecona a través de recursos gráficos, fotografías, audiovisuales y calcos de las pinturas.
El hombre siempre ha necesitado expresar sus inquietudes y pensamientos. Cuando la escritura no existía, la expresión plástica fue el recurso idóneo para transmitir estas ideas. El conjunto de arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica está formado por757 yacimientos con pinturas, y fue declarado Patrimonio Mundial en 1998. Se trata del conjunto de yacimientos de arte rupestre más grande de Europa. En Cataluña encontramos los abrigos de ermitas de la Serra de la Pietat (Ulldecona), Roca dels Moros (el Cogul) y la Cova dels Vilasos o Els Vilars (Os de Balaguer), entre otros.
Los humanos que habitaron las montañas litorales e interiores de Aragón, Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía escogieron abrigos y cuevas poco profundas para pintar y grabar símbolos y escenas de su vida cotidiana. De todas formas, los muros decorados también plantean muchos interrogantes sobre sus creencias, organización y otros aspectos que difícilmente llegaremos a conocer.
Las pinturas del Arco Mediterráneo se ejecutaron a finales del Paleolítico hasta la Edad de Bronce o de Hierro. Clasificadas como arte levantino, expresan ideas que hasta entonces eran inexistentes: el hombre muestra su relación con el entorno, sus vínculos con la naturaleza, las creencias y, al mismo tiempo, manifiesta su dominio e intervención en el medio donde vive.
Los creadores de las pinturas rupestres utilizaron técnicas y colores creando diversos estilos clasificados en naturalista, esquemático y macroesquemático. Estos dos últimos se impusieron en la fase final, y se decantaban por una estilización cada vez más acentuada de las expresiones y por el creciente protagonismo de signos y símbolos. El color más utilizado es el rojo, en todas sus variadas tonalidades.
65 millones de años de antigüedad, más de 38.000m2 de extensión y 3.500 huellas de dinosaurio. Estos datos hacen del yacimiento de Fígols-Vallcebre de Fumanya uno de los más importantes de Europa con restos fósiles del Cretácico Superior.
Situado en la cormarca del Alt Berguedà, el conjunto paleontológico incluye las antiguas explotaciones de carbón a cielo abierto de Fumanya Sud (Fígols), Fumanya Nord, Tumi (Vallcebre) y Coll de Pradell (Vallcebre-Saldes). Además de las huellas (icnitas), los paleontólogos han identificado restos de fósiles de huevos y de huesos de dinosaurio, un gran número de restos vegetales (troncos de árboles, hojas de diferentes tipos, algas ...) y animales (conchas de moluscos e invertebrados fosilizados).
El descubrimiento de los Yacimientos de Fumanya es de 1985, cuando Lluís Viladrich y su esposa, miembros del colectivo Berguedà de Ciencias Naturales, estaban de excursión en la zona y sospecharon que los hoyos que se observaban en Fumanya Sud podrían corresponder a huellas de algún animal. Las investigaciones posteriores del Instituto Paleontológico Miquel Crusafont de Sabadell confirmaron esta primera teoría.
Sobre el Puig de Sant Andreu en el Baix Empordà, la ciudad ibérica de Ullastret es el asentamiento íbero más grande descubierto hasta ahora en Cataluña. La ciudad, flanqueada por imponentes murallas, ejercía como capital de todo el territorio indiketa, y explotaba agricultura, ganadería, minas y canteras. Era el centro de un importante intercambio comercial con la ciudad griega de Empúries, donde exportaba sus productos e importaba producción exterior. Ullastret domina el paisaje suave del Empordà y ha sido testigo de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años: las cabezas cortadas de Ullastret.
Este descubrimiento excepcional se hizo en 2012, cuando las excavaciones en un tramo de calle pusieron al descubierto 15 fragmentos craneales humanos, entre los que había dos cabezas enclavadas. Se trata de una práctica ritual de origen celta que ya habían descrito autores clásicos como Posidonio de Apamea o Diodoro de Sicilia, que consiste en exhibir la cabeza del enemigo vencido como un trofeo de guerra.
A pesar de que el conjunto de Ullastret está formado por dos poblados ibéricos, sólo son visitables los restos del Puig de Sant Andreu, que corresponden a la última etapa de ocupación del poblado por parte los indiketas (siglo III a.C.). El itinerario permite ver la muralla ibérica más grande y antigua de Cataluña, reforzada con seis torres circulares.
El visitante puede entrar en las casas rectangulares desde las más modestas hasta las construcciones de las familias más importantes (la aristocracia íbera); puede caminar por la calle empedrada y descubrir el sistema de recogida de agua mediante cisternas excavadas en la roca, a imagen de las existentes en la colonia griega de Empúries. La vida espiritual de los antiguos habitantes de Ullastret ha dejado su huella con los restos de tres templos, de los siglos IV y III a.C. Completa el conjunto el Museo monográfico de Ullastret, que permite interpretar el yacimiento y conocer la cultura ibérica en la zona nordeste de Cataluña. El conjunto de Ullastret es una de las sedes del Museo de Arqueología de Cataluña.