Con el otoño ya instalado, las tonalidades ocres y reposadas tiñen los
paisajes del Montseny e invitan a pasear entre rincones empapados de agua, que empieza a empañar la niebla. A pesar de ello, el latido del Montseny no cesa y habitantes míticos, como
las brujas y las mujeres de agua, o legendarios, como el
bandolero Serrallonga, emergen a cada paso. El
Espai Montseny, en Viladrau, es una buena manera de conocer, con recursos interactivos y multimedia para todas las edades, los espacios que han alimentado estas leyendas. Como también lo es visitar
la Sala, la masía del conocido bandolero
Joan Sala i Ferrer, Serrallonga. Al margen de las leyendas y tocando de pies en el suelo, el paisaje de Viladrau también es notable por sus castaños, a cuyos frutos se dedica la feria que este año se celebra el 28 y 29 de octubre. Visitarla también es un buen pretexto para adentrarse en la villa y entrar en la
iglesia de Sant Martí, la primera documentada como parroquia en el dominio del
castillo de Taradell, o la
capilla de la Pietat, de 1603, situada en el interior del núcleo urbano.
La escapada por el Montseny sigue hasta
Espinelves, donde se puede llegar desde
Viladrau mediante una caminata de poca dificultad que se adentra por los
caminos de las Guilleries. En el pueblo, pequeño y con callejuelas y placitas que tienen un encanto particular, se puede visitar la
iglesia románica de Sant Vicenç, donde destaca el frontal del altar, que es una réplica exacta del original, que actualmente se encuentra en el
Museo de Arte Medieval de Vic (MEV). Pero para regresar a la naturaleza y disfrutar de la belleza de los árboles monumentales, hay que ir al
Arborètum Masjoan. Se trata de un entorno idílico donde desconectar y descubrir una serie de árboles notables —
los más altos de Cataluña—, plantados entre 1860 y 1953, de los cuales algunos han sido declarados
patrimonio natural de nuestro país.
La visita nos lleva hasta
Arbúcies. Rodeado de encinas, el municipio esconde tesoros con una historia que vale la pena descubrir, como son el
castillo de Montsoriu, ligado a los vizcondes de Cabrera desde el siglo XI, o el
Museo Etnológico del Montseny, la Gabella, un centro de exposición, conservación, difusión e investigación del
patrimonio cultural del macizo del Montseny.
Una propuesta de escapada en colaboración con la revista
Descobrir.