Hacia finales del siglo XIX, los habitantes del
Bages redibujaron el paisaje de la comarca: lo estructuraron en
bancales de piedra seca y barracas de viña con
tinas de grandes dimensiones. Este cambio se produjo entre los años de 1860 y 1890, cuando las plantaciones de viña se extendieron por el Bages, que se convirtió en la comarca con más hectáreas de viñedos de Cataluña. El legado de aquel tiempo se ha convertido ahora en una de las
joyas del patrimonio etnológico más importante de nuestro país. Además, desde 2018, el
arte de la piedra seca está considerado
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Las impresionantes
tinas del valle del Flequer se encuentran en la orilla del torrente del mismo nombre, en el municipio del
Pont de Vilomara i Rocafort, donde también se puede visitar su destacado
puente medieval sobre el Llobregat. Desde aquí, también existe la opción de recorrer una
ruta circular que permite descubrir estas grandes construcciones de piedra, como las
tinas del Bleda —un conjunto escondido en el bosque—, las
tinas del Tosques y el espectacular conjunto de
la Escudelleta, formado por once tinas de planta circular y siete barracas. Todas estas construcciones servían para hacer vino al lado de las viñas, ya que el transporte de la uva era muy complicado y muy costoso.
Muy cerca, se encuentran otros puntos de interés que permiten descubrir mejor otros episodios que han marcado la historia de la comarca. Es el caso del
monasterio de Sant Benet de Bages —antigua abadía benedictina situada en el término municipal de
Sant Fruitós de Bages— o el
castillo de Talamanca, marco de la
Ruta 1714, un itinerario por diez escenarios donde tuvieron lugar los episodios históricos más destacables de la
guerra de Sucesión en Cataluña.
Si queremos retroceder aún más atrás en el tiempo, el
Geoparque Mundial Unesco de la Cataluña Central es de visita obligada. Con más de
1.250 kilómetros cuadrados, está formado por veintinueve municipios del Bages, cinco del Moianès y Collbató, en el Baix Llobregat. Las
espectaculares formaciones rocosas y los recursos naturales que han definido este paisaje destacan ahora más que nunca gracias a esta iniciativa que explica, a través de visitas guiadas, espacios tan sorprendentes como el
mar de la Cataluña Central, el
Parque Cultural de la Montaña de Sal de Cardona o la propia
ruta de las tinas del valle del Flequer.
Una propuesta de escapada en colaboración con la revista
Descobrir.