Arquitecto, historiador del arte, político y arqueólogo,
Josep Puig i Cadafalch fue un personaje polifacético. Su trayectoria impregnó culturalmente y políticamente la historia de Cataluña entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX: entre
el modernismo y el novecentismo.
Nació en Mataró en 1867. Tras estudiar arquitectura y ciencias exactas, y de trabajar como arquitecto municipal de su ciudad natal, proyectó un gran número de obras por todo el territorio catalán, especialmente
en Barcelona y el Maresme. En Barcelona destacan la casa Martí –
Els Quatre Gats–, la
casa Amatller, la casa Macaya, la casa Trinxet –ya desaparecida–, la antigua
fábrica textil Casarramona –actual sede del CaixaForum–, las columnas con capitel de estilo jonico a los pies de Montjuic, que evocan las cuatro barras de la señera, o la casa de las Punxes, seguramente su obra más conocida popularmente. También diseñó la casa Coll i Regàs de Mataró –era su residencia estival– y la masía el Cros dels Garí, en Argentona. En Sant Sadurní d’Anoia, Puig i Cadafalch construyó las famosas Caves Codorniu.
A parte de su faceta de arquitecto, Puig i Cadafalch se especializó en el estudio del
arte románico catalán y europeo, materia sobre la que publicó numerosas obras, e impartió clases en escuelas y universidades de Europa y América del Norte. Entre las más importantes destacan
L’arquitectura romànica a Catalunya, La geografia i els orígens del primer art romànic o
L’escultura romànica a Catalunya. A partir del 1908 impulsó y dirigió las excavaciones de
Empúries, a través de la Junta de Museus, hasta el 1923. Fue el fundador del
Institut d’Estudis Catalans, el año 1907, y, posteriormente, lo presidió, a la vez que impulsó su recuperación desde la clandestinidad bajo la dictadura franquista.
Puig i Cadafalch fue también un destacado político catalanista alineado con el conservadurismo de la Liga Regionalista y desde estas posiciones tuvo otras responsabilidades de gobierno. Fue elegido regidor del Ayuntamiento de Barcelona (1901-1905), diputado a las Cortes del reino de España (1907-1909), diputado provincial para Barcelona y
presidente del gobierno de la Mancomunitat de Cataluña después de la muerte de Enric Prat de la Riba hasta la dictadura de Primo de Rivera (1917-1923). A partir de entonces abandonó las responsabilidades gubernamentales y situó su actividad política en un segundo término. En 1936, con motivo de los hechos revolucionarios sucedidos al inicio de la Guerra Civil, tuvo de exiliarse a Francia y, al volver, en 1942, el régimen franquista le prohibió ejercer de nuevo como arquitecto. Hasta la fecha de su muerte, en 1956, continuó las investigaciones sobre arte románico e impulsó
actos literarios y culturales de carácter catalanista y, a menudo semiclandestinos.