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Popular y tradicional

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La Pasión de Esparraguera es un grandioso espectáculo teatral capaz de transmitir anualmente a unos 15.000 espectadores la esencia de unos personajes con dos mil años de historia. Comparte con la de Olesa de Montserrat el honor de ser una de las Pasiones más importantes de Cataluña.

Esta representación es posible gracias a la movilización de todo el pueblo de Esparraguera. Participan una gran cantidad de actores y figurantes, más los que trabajan entre bambalinas y los miembros de la orquesta y el coro. En total, cerca de un millar de personas ocupan el Teatro de la Pasión, el escenario de este espectáculo desde 1969.

El resultado de todo este esfuerzo es una decena de representaciones que destacan por su complejidad dramática y técnica, con rápidos cambios escenográficos y efectos especiales.

Las primeras noticias de la representación de la Pasión en Esparreguera son de principios de siglo XVII. Es una evolución teatral de los misterios, representaciones dramáticas de origen medieval. La versión actual de la Pasión de Esparreguera es la que escribe el poeta local Ramon Torruella en 1960, mientras que la música original es de Josep Borrás. La estructura se ha mantenido, con 4 actos y 35 cuadros.

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Desde el año 1988, el Museo de la Vida
Rural (MVR)
muestra al visitante las características de la vida
tradicional en Cataluña, con especial dedicación a los payeses.
Se trata de uno de los principales centros de conservación e investigación
etnológica del país, con un variado fondo que permite recorrer la historia del
mundo rural catalán a partir de una propuesta museográfica moderna e
innovadora.

La exposición permanente muestra objetos
relacionados con los payeses y los oficios artesanales, piezas que representan
un verdadero poso cultural de nuestra sociedad. El recorrido se estructura por
ámbitos de trabajo: la agricultura, los oficios del pueblo (padre, maestro,
cafetero, pastelero, hilandera, boticario, barbero...) y las tareas
domésticas.

El centro, integrado en la Red de Museos Etnológicos,
forma parte de la Fundación Lluís Carulla y ocupa la casa
solariega que la familia Carulla tenía en L’Espluga de Francolí. El edificio antiguo
fue restaurado y remodelado para albergar las piezas del Museo de la Vida
Rural. En 2010 se levanta un nuevo edificio anexo y la totalidad del museo
se renueva adecuando su discurso expositivo para facilitar
la comprensión del mundo rural desde una óptica contemporánea.