La tradición cristiana de la Pasión se convierte en una representación teatral de calle en esta población de El Baix Empordà. La Procesión de Verges tiene más de 300 años de historia y se celebra cada Jueves Santo.
El misterio que se representa se basa en un libro en verso de fray Antoni de Sant Jeroni de 1773 que adapta el drama de las últimas horas de Jesucristo. La teatralización de la procesión permitía romper la barrera del latín eclesiástico y facilitaba el adoctrinamiento con un lenguaje más cercano.
La procesión arranca desde la iglesia a las 12 de la noche. Durante el recorrido por las calles del pueblo, y bajo la única luz de las antorchas encendidas, se representan las escenas de la Pasión. Todo el mundo espera el momento en que se interpreta la Danza de la Muerte. En esta representación macabra y ancestral de origen medieval cinco esqueletos colocados en forma de cruz saltan y bailan al son de un tambor.
Verges es la única población catalana que conserva esta escenificación, y por esta razón la Procesión de Verges fue declarada Fiesta tradicional de interés nacional en 1983.
La Pasión de Olesa de Montserrat, una de las más conocidas y grandes de Cataluña junto con la de Esparraguera, tiene un origen eminentemente religioso: el Archivo Parroquial de Olesa conserva el documento más antiguo del que se tiene referencia, un inventario del 1530.
Pero desde sus inicios este espectáculo teatral siempre ha tenido un carácter urbano, cívico y popular. Es por ello que en diferentes etapas la Iglesia intentó controlarlo, primero trasladando la representación al templo, y posteriormente prohibiéndolo.
Finalmente, a partir de 1847 el espectáculo se representó en diferentes escenarios (el Teatro Principal, el Teatro del Círcol, el Teatro Olesa y el Gran Teatro de la Pasión), con la única pausa que supuso la Guerra Civil. Actualmente, y desde 1987, el moderno Teatro de la Pasión de Olesa, de grandes dimensiones, es el escenario de las representaciones.
Cientos de vecinos de Olesa, incluidos cerca de 500 figurantes, participan desinteresadamente cada año en la representación teatral de la Pasión, que suele tener lugar los fines de semana de marzo y abril. En 1996 se alcanzó un récord mundial al reunir simultáneamente a 729 actores en escena .
La Pasión de Esparraguera es un grandioso espectáculo teatral capaz de transmitir anualmente a unos 15.000 espectadores la esencia de unos personajes con dos mil años de historia. Comparte con la de Olesa de Montserrat el honor de ser una de las Pasiones más importantes de Cataluña.
Esta representación es posible gracias a la movilización de todo el pueblo de Esparraguera. Participan una gran cantidad de actores y figurantes, más los que trabajan entre bambalinas y los miembros de la orquesta y el coro. En total, cerca de un millar de personas ocupan el Teatro de la Pasión, el escenario de este espectáculo desde 1969.
El resultado de todo este esfuerzo es una decena de representaciones que destacan por su complejidad dramática y técnica, con rápidos cambios escenográficos y efectos especiales.
Las primeras noticias de la representación de la Pasión en Esparreguera son de principios de siglo XVII. Es una evolución teatral de los misterios, representaciones dramáticas de origen medieval. La versión actual de la Pasión de Esparreguera es la que escribe el poeta local Ramon Torruella en 1960, mientras que la música original es de Josep Borrás. La estructura se ha mantenido, con 4 actos y 35 cuadros.
Como consecuencia de las desamortizaciones del siglo XIX, buena parte del patrimonio artístico de la Iglesia se dispersó o privatizó. Durante la Renaixença catalana se intentó recuperar y proteger todo este legado con iniciativas como el Museo de Lleida Diocesano y Comarcal, fundado en 1893 siguiendo el ejemplo del Museo Episcopal de Vic. Actualmente gestiona un importante legado artístico proveniente de las Terres de Ponent y de la antigua Diócesis de Lleida, que cubre desde la prehistoria hasta la edad moderna.
En 2007 se inaugura la nueva sede que plantea criterios de musealización modernos. Durante la visita al museo es necesaria una parada obligatoria ante algunas piezas destacadas. Entre ellas, una cabeza de sátiro romano, frontales de altar del siglo XIII y fragmentos escultóricos románicos y retablos góticos de la Seu Vella. Del Renacimiento y Barroco encontramos obras del pintor Pere Nunyes, esculturas de Gabriel Joly y Damià Forment y varias obras del pintor Antoni Viladomat.
De toda la colección permanente destacan dos piezas únicas: el juego de ajedrez del siglo X-XI de Sant Pere de Àger y la Virgen de Bellpuig de Les Avellanes, una de las obras góticas más importantes del patrimonio catalán.
El MHC es un museo pensado para estimular el interés sobre la evolución de la cultura catalana. En el Palau de Mar, uno de los pocos edificios que se conservan del antiguo puerto industrial de Barcelona, los visitantes siguen una narración sugerente que se distribuye en ocho etapas, que van desde la prehistoria hasta la actualidad bajo un punto de vista social, económico, político y cultural.
Durante el recorrido se encuentran con objetos y documentos, recreaciones históricas y ambientaciones, audiovisuales e interactivos, que acercan de forma lúdica la historia de esta nación.
Incluso tendrán la oportunidad de subir en el caballo de un señor de la guerra de la Edad Media o esconderse en una trinchera de la Guerra Civil.
El patrimonio musical de Barcelona y Cataluña es inmenso. Y una de las instituciones que más ha contribuido a su conservación, estudio y difusión es el Museo de la Música de Barcelona. Ubicado en la segunda planta de L’Auditori, custodia una colección de 2.000 instrumentos musicales de todo el mundo y de 10.000 documentos sonoros, que han llegado a partir de legados y donaciones. Está considerado como uno de los fondos musicales más importantes de España.
La exposición permanente invita al visitante a vivir el mundo de la música y a entender que los instrumentos son documentos vivos de nuestro pasado, llenos de sentido y de información sobre nuestro patrimonio musical. Durante el recorrido se muestran más de 500 piezas, explicadas a través de recursos audiovisuales, sonoros y textuales.
El itinerario por la exposición permite conocer los instrumentos a partir de la historia de la música: de las antiguas civilizaciones, se avanza por el nacimiento y la difusión de la polifonía, el Barroco, el Clasicismo y el Romanticismo hasta llegar a los nuevos colores y la industria del sonido en el siglo XIX y los nuevos estilos y las nuevas tecnologías del siglo XX.
Los instrumentos de cuerda son los que tienen más representación en el museo y destacan la colección de guitarras y la de instrumentos de teclado. También merecen especial atención los instrumentos de viento, que reflejan su importante tradición constructora catalana y su uso en culturas sudamericanas y asiáticas.
El Museo del Cine de Girona nace a partir de la excepcional colección de objetos relacionados con el mundo del precine y del cine de Tomàs Mallol formada por 8.000 objetos, 10.000 documentos (fotografías, carteles, grabados, dibujos y pinturas), 800 filmes y 700 libros y revistas. Se inauguró en 1998, convirtiéndose en el primer museo de estas características de España y uno de los pocos existentes a escala europea.
Entrar en el Museo del Cine es un proceso de descubrimiento. Y es que la exposición permanente tiene en el espectador su punto de mira. No es extraño. A lo largo de la historia, el hombre ha estado fascinado por las imágenes en movimiento, desde las primitivas sombras chinescas hasta los primeros años de cine.
Este proceso de descubrimiento está dividido en 10 apartados más un audiovisual que sirve de prólogo a la exposición y un epílogo que hace referencia al cine amateur y el cine infantil. El discurso principal finaliza en los años 30, con la llegada de las primeras televisiones.
Así, se puede entender de forma didáctica y amena cómo funcionaban las linternas mágicas, cajas ópticas, cámaras oscuras, cronofotografías, aparatos para dar movimiento a las primeras imágenes (fenaquistiscopio, zootropos...), proyectores ... Incluso está permitido dejarse engañar por diversas ilusiones ópticas, que demuestran que ya desde muy antiguo, lo más importante es sorprender.
La primera exhibición cinematográfica en Cataluña tuvo lugar el 5 de mayo de 1895 en Barcelona. Casi un siglo después, en 1981, nacía la Filmoteca de Cataluña, dedicada a preservar el patrimonio fílmico y audiovisual y a la divulgación de la cultura cinematográfica.
Actualmente la Filmoteca de Cataluña cuenta con un fondo público de más de 45.000 libros, 20.000 archivos gráficos, 8.000 películas, 5.000 bandas sonoras y 1.200 aparatos cinematográficos originales. Es el resultado de las tareas de conservación, restauración, catalogación, documentación y estudio del patrimonio cinematográfico de Cataluña realizadas por esta institución.
Pero la mejor manera de conocer la Filmoteca es a través de las exposiciones, publicaciones y las proyecciones de películas, cerca de un millar cada año.
Después de la primera sala de proyecciones en Travessera de Gràcia y más de 20 años ubicada en el antiguo cine Aquitània de Sarrià, en 2012 se inauguró la nueva sede del barrio del Raval. En este edificio diseñado por Josep Lluís Mateo se encuentran los principales espacios de exhibición y exposición, la biblioteca y una librería especializada.
El otro equipamiento principal de la Filmoteca es el Centro de Conservación y Restauración. Ubicado en el Parque Audiovisual de Cataluña, en Terrassa, conserva los fondos y colecciones fílmicas.
El CaixaForum se ubica en la antigua fábrica textil Casaramona de Montjuïc, especializada en la confección de mantas y toallas. Este edificio proyectado por Josep Puig i Cadafalch es un singular ejemplo de la arquitectura modernista industrial catalana de principios del siglo XX. Se trata de un conjunto de naves de una sola planta, una construcción horizontal para facilitar el traslado de mercancías mediante un sistema de calles internas que a la vez también funcionaba como cortafuegos.
El edificio fue adquirido por Obra Social "la Caixa"en 1963. En 2002, tras una reforma de restauración y ampliación, se convirtió en un equipamiento cultural para Barcelona. Su oferta social, cultural y educativa incluye una programación permanente de actividades como conferencias, proyecciones de cine, espectáculos, conciertos y actividades familiares.
Además, una cuarta parte de los 12.000 m2 totales del equipamiento está ocupada por exposiciones de arte antiguo, moderno y contemporáneo.También cuenta con un destacado fondo documental y artístico de media art.
La historia de la bibliografía catalana no puede entenderse sin la tarea de adquisición, conservación y difusión de colecciones de gran interés literario, artístico y científico que realiza, desde su creación en 1907, la Biblioteca de Cataluña.
En su fondo de aproximadamente tres millones de ejemplares destacan la colección de cerca de 20.000 manuscritos y 500.000 cartas. Maravillas medievales como Les Homilies d’Organyà (s. XIII), el Llibre de l’orde de cavalleria, de Ramon Llull y las cuatro grandes Crónicas; o manuscritos modernos como Oda a la Pàtria, de Bonaventura C. Aribau (1833), o L’Atlàntida, de Jacint Verdaguer.
También son destacables las reservas de hemerografía y patrimonio sonoro, así como las colecciones gráficas de grabados, dibujos, mapas y fotografías del siglo XVI hasta la actualidad.
La Biblioteca de Cataluña también custodia el Museo del Libro Frederic Marès, formado por más de 1.500 documentos que cedió el coleccionista a la institución. Y también el Archivo Joan Maragall, ubicado en la antigua residencia del poeta.
Desde 1939 la Biblioteca de Cataluña tiene su sede en el antiguo Hospital de la Santa Creu de Barcelona, uno de los conjuntos más importantes del gótico civil del siglo XV en Cataluña. Fruto de la fusión de los diversos hospitales de la Barcelona medieval, fue durante muchos siglos el equipamiento sanitario más grande del país.