El domingo antes de Carnaval (domingo de sexagésima), el municipio de Balsareny (Bages) recuerda uno de los gremios que tuvieron más importancia en la zona: los
arrieros. Con mulas, asnos o caballos bordeaban el río Llobregat para transportar mercancías entre la Cataluña central y el Pirineo.
La Festa dels Traginers es heredera de las
celebraciones que tenían lugar por San Antonio (17 de enero), patrón de los gremios que utilizaban animales como herramienta de trabajo, y así consta en documentos de finales del siglo XIX. Después de la misa en honor al santo, se llevaban los animales a bendecir y organizaban bailes, juegos, carreras y competiciones.
Estas celebraciones en Balsareny perdieron importancia a principios de los años treinta, cuando el transporte a motor se impuso. Sin embargo, tras la Guerra Civil se volvieron a utilizar los animales de tiro y surgió la idea de recuperar los festejos. En 1943 se instauró la fiesta como la conocemos actualmente. En ese momento se llamaba "Fiesta de los Arrieros" (hasta 1966 no se llamó "Festa dels Traginers", en catalán).
Quedaron entonces definidos los elementos básicos de la fiesta: la misa con la
bendición de los animales y el posterior
pasacalles con banda de música y
desfile de caballerías por las calles del pueblo, presidida por la bandera de San Antonio que es llevada por un abanderado acompañado de dos cordonistes . También forman parte de la celebración la
carrera de burros, mulas y caballos; el
juego de las anillas y el
baile de San Antonio. Con el tiempo, se introdujeron algunos cambios como convertir el
pasacalles en una cabalgata histórico-retrospectiva del antiguo arriero de camino real.
La fiesta ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico (1970), Fiesta Tradicional de Interés Nacional (1999) y forma parte del
Catàleg del Patrimoni Festiu de Catalunya (2010).