Entradas en línea | Page 4 | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Entradas en línea

Class: 
buytickets
T

¿Quién ha dicho que un hospital debe ser blanco y despojado de decoración? Gracias al legado del banquero Pau Gil, en 1902 el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner proyectó un hospital lleno de belleza, rico en ornamentación, colores y vegetación.

Se trata de un complejo monumental formado por 27pabellones de ladrillo rojo en la frontera entre el Eixample y el Guinardó. Una auténtica ciudad hospitalaria donde, rodeados de jardines, se distribuyen los servicios médicos y generales, los departamentos y una iglesia. Todos ellos conectados mediante una red subterránea de pasillos de 2 Km de longitud que permite el traslado de enfermos sin salir al exterior.

El proyecto de Domènech i Montaner, que terminó su hijo en 1930, es una concepción arquitectónica y urbanística totalmente innovadora en relación a las tipologías de hospital vigentes hasta principios de siglo XX. Sigue la corriente higienista: separa los servicios para evitar contagios y favorece la luz natural y los espacios abiertos, para renovar el aire y hacer la convalecencia más agradable a los pacientes.

Después de más de 80 años de actividad sanitaria, en 2009 el hospital se trasladó a unas nuevas instalaciones. Una vez vacíos y readaptados, los pabellones modernistas de Domènech i Montaner acogen diferentes instituciones.

T

La Basílica Expiatoria de la Sagrada Família es uno de los ejemplos más brillantes del modernismo catalán y se ha convertido en todo un símbolo de Barcelona. Seguramente es el monumento inacabado que atrae más visitantes en el mundo. Y es que Antoni Gaudí depositó en ella todos sus esfuerzos y conocimiento hasta el momento de su muerte, aunque sólo vio finalizados la cripta, el ábside y la fachada de la Natividad con uno de los campanarios. Estos espacios fueron declarados Patrimonio de la Humanidad el 2005.

La construcción de la Sagrada Família comienza en 1882 con la cripta situada debajo del ábside, según un primer diseño neogótico. Cuando el encargo pasa a manos de Gaudí lo transforma totalmente y adapta el proyecto a sus ideales naturalistas. Uno de los tesoros de la cripta es el mosaico de estilo romano del suelo. Tampoco se debe pasar por alto el retablo dedicado a la Sagrada Familia del escultor Josep Llimona. Precisamente en este entorno íntimo y místico es donde descansa actualmente Antoni Gaudí, concretamente en la capilla del Carme.

Una vez finalizada la cripta y el ábside, Gaudí se plantea un proyecto más ambicioso y complejo, basado en una minuciosa simbología y grandes audacias constructivas formales a partir del arco parabólico. De aquí nace la fachada de la Natividad. Según Gaudí: "Si en vez de esta fachada decorada, ornamentada y turgente hubiera empezado por la de la Pasión, dura, pelada y hecha como de huesos, la gente se habría retraído". Así, la convierte en un libro de piedra detallado sobre los episodios de la infancia de Jesús.

Después de Gaudí, la construcción pasó por décadas de lenta evolución. Con el interés posterior por la obra de Gaudí, el número de visitantes ha aumentado exponencialmente en los últimos años y las obras de construcción del templo han avanzado con rapidez siguiendo las maquetas y apuntes que dejó el maestro. El interior de la nave de la iglesia es un nuevo atractivo y está previsto que en 2026 el edificio que soñó Gaudí esté terminado.

T

Eusebi Güell, fiel defensor de la obra de Antonio Gaudí, en 1898 le encargó una iglesia para la colonia textil que había construido en Santa Coloma de Cervelló, cerca de Barcelona.

Su construcción no comenzó hasta 1908, diez años después del encargo. Además, Gaudí abandonó la obra en 1914 y los trabajos se suspendieron definitivamente en 1916, cuando sólo se había construido la cripta.

Pero para Antoni Gaudí, tanto el proyecto como la construcción de la cripta de la colonia Güell fueron un laboratorio de ensayo, donde experimentó soluciones arquitectónicas y nuevas técnicas estructurales que luego utilizó en la Sagrada Família. Realizó atrevidas probaturas, utilizando el ladrillo y la piedra para la construcción de estructuras arquitectónicas llevadas a sus límites, como los arcos parabólicos o las columnas y paramentos inclinados.

T

¿Es posible sentirse como un burgués de principios del siglo XX visitando un monasterio románico? Sant Benet de Bages demuestra cómo el patrimonio se adapta a nuevos usos con el tiempo. En este caso, pasa de monasterio medieval a residencia de verano de la familia de Ramon Casas y actualmente es un complejo turístico y cultural.

La primera iglesia (prerrománica) se consagraba el año 972 con una comunidad de doce monjes. Sin embargo, es a partir del siglo XII que la abadía vive su época de esplendor, con la construcción de una nueva iglesia y el claustro. Este último es la estrella románica del conjunto. Entre los pilares se abren arcos de medio punto que descansan sobre columnas dobles con capiteles esculpidos, todos ellos originales.

Fruto de la desamortización de Mendizábal, el monasterio se abandonó. Fue en 1907, que Elisa Carbó i Ferrer, madre del pintor Ramon Casas, compró los terrenos de Sant Benet y aprovechó las estancias de la comunidad monástica para habilitarlas como residencia. La rehabilitación fue a cargo de otro nombre ilustre: Josep Puig i Cadafalch. Destaca la terraza de mediodía de estilo modernista que ocupa parte de las antiguas celdas de los monjes.

Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías, se puede realizar una inmersión en la historia monástica y el pasado modernista del edificio. Pero no sólo eso. El año 2007 se inauguró en torno al monasterio el complejo Món Sant Benet que, además de difundir el patrimonio, también trabaja para la gastronomía y el paisaje.

T

El conjunto del Teatro-Museo con la Cúpula y la Torre Galatea (con su fachada decorada con maniquíes, huevos y panes) es el icono más emblemático del paisaje urbano de Figueres. El edificio se considera en sí mismo el objeto surrealista del mundo. Pero, a su vez, alberga en su interior muchas obras maestras de Dalí.

El Teatro-Museo, construido sobre los restos del antiguo teatro de Figueres, fue concebido y planificado por el propio Dalí como su gran proyecto personal. Su fondo de pintura permite realizar un recorrido artístico desde los inicios del pintor (La Venus que sonríe o Port Alguer). Pero el Museo recoge sobretodo la explosión del surrealismo con obras tan emblemáticas como Espectro del sex-appeal, Leda atómica, La cesta de pan o Galatea de las esferas.

También cabe destacar un conjunto de obras que Dalí creó pensadas para su Museo como la sala Mae West, la sala Palacio del Viento, el Cadillac lluvioso o la pintura Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece la figura del presidente Lincoln.

En 1988 se añade el espacio expositivo de la sala de las Loggias que muestra la obra tardía de Salvador Dalí, basada en la experimentación científica y en el estudio de clásicos de la pintura.

ElTeatro-Museo Dalí de Figueres forma, junto con el Castillo Gala Dalí de Púbol y la Casa-Museo Salvador Dalí de Portlligat, el triángulo daliniano ampurdanés que permite adentrarse en la vida y obra de uno de los pintores más internacionales que ha tenido Cataluña.

T

En medio de Montjuïc, en Barcelona, entre la sombra de los árboles, los volúmenes blancos de la Fundación Joan Miró no pasan desapercibidos. En su interior, se custodian más de 14.000 piezas del pintor surrealista, entre pinturas, esculturas, cerámicas y tapices. Uno de los valores más importantes de la Fundación es que conserva casi todos los dibujos preparatorios de Joan Miró, con más de 8.000 referencias, un material básico para entender la obra del artista.

El fondo se creó principalmente con una donación del propio Joan Miró y se amplió con donaciones de familiares, amigos y coleccionistas.

La colección de la Fundación permite realizar un viaje a través de la vida artística de Miró. Comenzando con las primeras pinturas con clara influencia del impresionismo, el fauvismo y el cubismo franceses (Ermita de Sant Joan d’Horta o Retrato de una niña). Pasando por la etapa plenamente surrealista (La botella de vino) y los conocidos collages (Homenaje a Prats). Y terminando con sus obras sobre la Guerra Civil (Hombre y mujer ante un montón de excrementos) y los cuadros de las constelaciones.

Pero el museo no sólo destaca por la obra que acoge sino también por sus planteamientos arquitectónicos y museológicos. Miró quería abrir una Fundación que mirara hacia el futuro, que no se convirtiera en un templo de objetos de coleccionista sino en un lugar de descubrimiento y debate. Y con este objetivo pidió al arquitecto Josep Lluís Sert que construyera un edificio con personalidad propia. El resultado es una arquitectura que es el mejor escaparate posible de la obra del artista.

T

Antigua barraca de pescadores en Portlligat, donde en 1930 Salvador Dalí se instaló y vivió y trabajó hasta 1982. A partir de la construcción inicial, el pintor fue adquiriendo otras barracas similares y, a lo largo de cuarenta años, definió la que sería la casa actual, de la que hablaba como "una verdadera estructura biológica".

La construcción, ideada por Dalí y Gala, es una estructura laberíntica organizada alrededor del Salón de la Osa. A partir de este eje central se dispersa en una sucesión de pequeñas salas conectadas por pasillos, pequeños cambios de nivel y callejones sin salida. Las salas tienen ventanas de diferentes formas y dimensiones pero con un denominador común: enmarcan a la bahía de Portlligat, un paraje que es un tema constante en la obra de Dalí.

La casa, que el escritor Josep Pla califica como "sorprendente, extraordinaria y nunca vista" fue el refugio donde Dalí llevó "una vida de ascetismo y aislamiento" después de los años vividos en París.

En el año 1982, tras la muerte de Gala, Dalí no volvió a Portlligat. Con la muerte del pintor (1989), la casa se convirtió, a partir de 1994, en un pequeño recinto museístico adaptado por los arquitectos Oriol Clos i Costa y José Ramos Illán. Forma, junto con el Castillo Gala Dalí de Púbol y el Teatro-Museo Dalí de Figueres, el triángulo daliniano ampurdanés.

T

Construida entre 1932 y 1936 en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, la Casa Bloc es uno de los ejemplos paradigmáticos de la primera arquitectura racionalista en Cataluña. Es obra de Josep Lluís Sert (1902-1983), Josep Torres Clavé (1906-1939) y Joan Baptista Subirana (1904-1978), miembros del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea). Se trata de un colectivo que, junto con la Generalitat de Catalunya, impulsó la introducción de la arquitectura moderna en el país a principios de los años 30.

Durante la Segunda República, fue un proyecto social innovador, integrado en el entorno urbano y con viviendas funcionales concebidas como alojamientos estándar para obreros. Una 'nueva’ arquitectura que definía la morfología urbana moderna, propia del siglo XX, contrapuesta al Eixample del siglo XIX.

Actualmente se puede visitar la vivienda 1/11 de la Casa Bloc, reconvertida en un piso-museo y gestionado por el Museo del Diseño de Barcelona. La musealización ha devuelto la estructura y el aspecto originales a la vivienda, y los presenta tal como lo habían pensado sus creadores.