Artes plásticas y visuales | Page 4 | Patrimonio Cultural. Generalitat de Cataluña.

Artes plásticas y visuales

T

Arte contemporáneo en Barcelona es MACBA. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona se levanta en pleno barrio de El Raval de la capital catalana en un edificio de Richard Meier que es en sí mismo una obra de arte. Se encuentra muy cerca del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), una zona de referencia para los amantes del arte y la cultura del siglo XX y XXI.

El MACBA, que nació en 1995, se ha consolidado internacionalmente como un modelo en arte contemporáneo. Su colección, de 5.500 obras, permite trazar un recorrido por los principales referentes artísticos de la actualidad. Empieza con la abstracción matérica de los años cincuenta, incorporando obras de arte pop europeo y de las vanguardias de los años 60 y 70. También dispone de obras relacionadas con la figuración fotográfica y la escultura minimalista.

Entre las piezas más destacadas se pueden ver: Dins el roig, de Albert Ràfols-Casamada; Between the Frames: The Forum, de Antoni Muntadas; La saison diciembre pluies II, de Miquel Barceló; Rinzen, de Antoni Tàpies; Beschwingte Bindung, de Paul Klee; Thames Circles, de Richard Long, o Atomic Kiss, de Joan Rabascall, entre otros.

T

El Museo de Arte de Girona, fundado en 1976, no podía haber escogido mejor escenario que el Palacio Episcopal, de los siglos XII y XVI, para acoger su fondo. Y es que este museo tiene la tercera colección de arte románico y gótico más importante de Cataluña. La joya de la corona es el ara portátil del Monasterio de Sant Pere de Rodes, de piedra y madera cubierta de plata.

También destaca en la colección medieval la viga románica policromada procedente del Monasterio de Sant Miquel de Cruïlles, una de las pocas que se conservan en Europa. O la Virgen de Besalú, considerada uno de los mejores ejemplos góticos de su género. Nombres como Bernat Martorell y Lluís Borrassà también tienen presencia en la colección.

Pero el fondo artístico del Museo de Arte de Girona va más allá de la Edad Media. Está formado por 8.500 objetos que engloban desde las colonias griegas hasta el siglo XX. Precisamente este último período tiene también una presencia destacada en el museo con obras de Joaquim Vayreda, Santiago Rusiñol o Ramon Martí Alsina.

T

Consagrado a la cultura del objeto, el Museo del Diseño de Barcelona ofrece al visitante unas colecciones únicas y de eco internacional formadas por más de 70.000 piezas que abarcan, cronológicamente, desde el siglo IV a.C. hasta la actualidad. El objeto y lo que significa para la sociedad es el denominador común de todas las colecciones: desde su concepción, creación y producción hasta su uso según la época.

Contemplar muchas de las piezas del museo es volver al entorno cotidiano: la motocicleta Impala de Montesa, el cartel de la inauguración del Camp Nou o el Cobi olímpico, entre muchos otros, son objetos que apelan directamente a la memoria sentimental del espectador.

El vasto patrimonio de este museo está formado por la integración de las colecciones del Museo de las Artes Decorativas, el Museo de Cerámica, el Museo Textil y de Indumentaria y el Gabinete de las Artes Gráficas.

Pero si el contenido es excepcional, el continente del Museo del Diseño no se queda atrás: el edificio, diseñado por el equipo MBM arquitectos y conocido popularmente como la grapadora, es ya un nuevo icono de la arquitectura contemporánea de la ciudad.

 

T

Varias instituciones y archivos conservan el patrimonio fotográfico de Cataluña. Uno de los fondos más importantes es el del Centro Excursionista de Cataluña, con 750.000 imágenes de excursionismo y montaña, pero también del patrimonio artístico y arquitectónico y la vida cotidiana del país. Por volumen y variedad, también destaca la colección del Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña con cerca de 800.000 fotografías.

En la Biblioteca de Cataluña están archivados 250.000 documentos fotográficos que van desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Destaca la colección Josep Salvany, con 10.000 imágenes de paisajes y cultura popular de Cataluña.

La historia de la fotografía, desde los inicios hasta la producción más contemporánea, es lo que contempla el fondo de 40.000 ejemplares del Museo Nacional de Arte de Cataluña, con nombres destacados como Pere Casas Abarca, Agustí Centelles, Pere Català Pic, Francesc Català Roca, Colita, Joan Fontcuberta, Pere Formiguera, Oriol Maspons, Kim Manresa, Josep Masana o Joan Colom. El MACBA también custodia, por ejemplo, el legado de Xavier Miserachs.

Por su parte, en los fondos personales del Archivo Nacional de Cataluña se pueden encontrar obras de fotógrafos como Josep Gaspar, los Brangulí, Gabriel Casas y Bert i Claret o Frederic Cuyàs.

T

Sin olvidar el vínculo con las fiestas tradicionales y populares, la Feria de Teatro en la Calle de Tàrrega, se ha convertido en referente por su compromiso con la innovación escénica y la calidad. Hoy es uno de los mercados europeos de las artes escénicas más destacados .

El éxito del espectáculo de calle que la compañía Comediants organizó en 1980 fue el inicio de la Feria de Teatro en la Calle de Tàrrega, convertida sólo un año después en evento anual.

Para el historiador y crítico teatral Xavier Fàbregas, uno de los ideólogos del proyecto, había que recuperar la calle como espacio para actividades creativas y al mismo tiempo renovar las fiestas populares y tradicionales. Por eso, en sus inicios predominaban los espectáculos vinculados directamente a la cultura popular.

Con la creación del Patronato Fundación Público Municipal y del área de programadores, y con la dirección artística encargada a profesionales de las artes escénicas, la Feria de Teatro en la Calle de Tàrrega se fue profesionalizando hasta convertirse en un mercado de venta y contratación nacional e internacional de espectáculos teatrales catalanes. Este evento ha destacado siempre por la incorporación de nuevas tendencias, técnicas y lenguajes escénicos visuales y contemporáneos.

T

Desde el primitivo daguerrotipo hasta los actuales soportes y canales de distribución, la fotografía catalana ha sido la protagonista de una revolución de poco menos de dos siglos.

Meses después de aparecer el daguerrotipo en Francia (1839), Ramon Alabern se convierte en el primer catalán en hacer fotografías con este nuevo invento. Poco después, fotógrafos como José Martínez Sánchez o Juan Martí serán testigos de la Revolución Industrial.

A finales del siglo XIX aparecen los primeros fotógrafos artísticos catalanes (Joan Vilatobà, Miquel Renom o Pere Casas Abarca), cercanos al simbolismo y al impresionismo, mientras que la segunda generación sigue el pictorialismo (Joaquim Pla y Claudi Carbonell). El vanguardismo también llega a la fotografía catalana, y el trabajo de profesionales como Josep Sala, Pere Català Pic o Gabriel Casas supone una revolución artística y técnica.

No es hasta la década de los cincuenta que resurge la tradición de la fotografía documental. Una nueva generación (Francesc Català Roca, Ramon Masats, Xavier Miserachs, Oriol Maspons, Joan Colom, Leopoldo Pomés, Colita o Eugeni Forcano) mostrará la realidad de forma crítica e irónica.

En los años setenta y ochenta aumenta la difusión y prestigio cultural de la fotografía, que finalmente entra en los museos. Con la llegada de la era digital se democratiza aún más su uso.

T

Durante la segunda mitad del siglo XX Barcelona experimentó la expansión urbana más grande de su historia.

El "modelo Barcelona" nace durante los años ochenta gracias a la colaboración de las instituciones democráticas y arquitectos como Oriol Bohigas. De esta época son el Parque de la España Industrial (Peña i Rius) o el Moll de la Fusta (Solà-Morales).

Pero el punto culminante del urbanismo catalán inicia con la elección de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. La intervención en Montjuïc incluye la restauración del Estadio Olímpico y las Piscinas Picornell y la construcción del Palau Sant Jordi (Isozaki). La Villa Olímpica (Martorell-Bohigas-Mackay) acerca la ciudad al mar con la construcción del Puerto Olímpico. Otras muestras de la arquitectura olímpica son la Torre de Collserola (Foster), la Torre de Telefónica (Calatrava) o el Hotel Arts (Skidmore, Owings & Merrill).

Con el Fórum Universal de las Culturas (2004), la Diagonal se alarga hasta el mar, y se construyen el Centro Internacional de Convenciones (Mateo), el edificio Fórum (Herzog y de Meuron) y la gran placa fotovoltaica (Martínez Lapeña y Torres).

Como ejemplos post-Fórum destacan espectaculares muestras de arquitectura de autor como la Torre Agbar (Nouvel) o el Edificio Gas Natural (Miralles y Tagliabue).

T

La revista catalana Dau al Set (1948) y el grupo artístico homónimo son considerados las manifestaciones más importantes del vanguardismo de posguerra.

La gran mayoría de sus miembros fundadores (el poeta y dramaturgo Joan Brossa, el filósofo Arnau Puig y los pintores Joan Ponç, Antoni Tàpies, Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats) vivían en el mismo barrio de Barcelona, y los unía la disconformidad con la situación ideológica represiva y las limitadas posibilidades creativas de la época. También compartían una gran creatividad, sensibilidad y sentido de la acción.

El nombre de la revista jugaba con la idea de lo imposible (un dado sólo tiene seis caras), y expresaba la intención del grupo, situado entre la negación y confusión del dadaísmo y la liberadora expresión creativa del surrealismo.

Las circunstancias políticas dificultaron la voluntad de Dau al Set de incidir en el entorno social, y la expresión de libertad de sus miembros fue sobre todo artística y creativa. Así, lucharon para evitar las formas expresivas establecidas por el Régimen, demostraron que la represión no puede ahogar la creatividad y fueron los detonantes de nuevas actitudes de expresión libre.

T

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), las manifestaciones artísticas en Cataluña adoptan medios modernos como el cartelismo y la fotografía documental.

Como vehículo de consignas para la concienciación y movilización, el cartelismo destaca durante este periodo por su creatividad artística y técnica.

Algunos de los artistas más activos son Josep Renau (Hoy más que nunca: Victoria), Martí Bas i Blasi (Feu tancs, tancs, tancs...), Jaume Solà (Unió és força), Lleó Arnau (Assassins!), Carles Fontserè (Llibertat!), Lorenzo Goñi (I tu... què has fet per la victòria?), Pere Català Pic (Aixafem el feixisme), Antoni Clavé (Catalans!... 11 de setembre), Lluís Garcia Falgàs (Informeu-vos dels que lluiten al front), Enrique Ballesteros "Henry" ( Voy a luchar por tu porvenir) y Paco Ribera (Diada de la Dona Antifeixista).

La fotografía documental ofrece un testimonio de la realidad del frente y la retaguardia durante la Guerra Civil. Fotoperiodistas catalanes como Agustí Centelles, Josep Maria Sagarra o Carlos Pérez de Rozas retratan el día a día del conflicto junto a profesionales extranjeros como Robert Capa y Gerda Tardo, autores de imágenes míticas.

T

Como consecuencia de las desamortizaciones del siglo XIX, buena parte del patrimonio artístico de la Iglesia se dispersó o privatizó. Durante la Renaixença catalana se intentó recuperar y proteger todo este legado con iniciativas como el Museo de Lleida Diocesano y Comarcal, fundado en 1893 siguiendo el ejemplo del Museo Episcopal de Vic. Actualmente gestiona un importante legado artístico proveniente de las Terres de Ponent y de la antigua Diócesis de Lleida, que cubre desde la prehistoria hasta la edad moderna.

En 2007 se inaugura la nueva sede que plantea criterios de musealización modernos. Durante la visita al museo es necesaria una parada obligatoria ante algunas piezas destacadas. Entre ellas, una cabeza de sátiro romano, frontales de altar del siglo XIII y fragmentos escultóricos románicos y retablos góticos de la Seu Vella. Del Renacimiento y Barroco encontramos obras del pintor Pere Nunyes, esculturas de Gabriel Joly y Damià Forment y varias obras del pintor Antoni Viladomat.

De toda la colección permanente destacan dos piezas únicas: el juego de ajedrez del siglo X-XI de Sant Pere de Àger y la Virgen de Bellpuig de Les Avellanes, una de las obras góticas más importantes del patrimonio catalán.