Barcelona y Vic nos invitan a gozar de magníficas
colecciones románicas en los museos; pero entre las dos ciudades hay un camino lleno de arte e historia.
OLÍMPICA, ROMÁNICA, INSOLITACiudades olímpicas hay muchas, pero solo Barcelona tiene joyas románicas junto a su Estadio Olímpico. El
Museo Nacional de Arte de Cataluña tiene
una de las colecciones de arte románico más importantes del mundo.
Sin embargo, no todo el románico se puede ver en el MNAC. En pleno centro de la ciudad encontrarás uno de los lugares más tranquilos del bullicioso Raval: el antiguo monasterio de
Sant Pau del Camp es una joya románica aún poco conocida.
“RECICLAJE” ARTÍSTICOYa en el Vallès,
Sant Cugat se levanta sobre un pozo de historia. Su
monasterio románico se encuentra en la antigua ubicación de una fortaleza romana, el
Castrum Octavianum. Lo mismo sucede en
Terrassa, donde el
Conjunto Monumental de las Iglesias de Sant Pere se levanta sobre un viejo núcleo visigótico. Aprovechar lo construido en épocas anteriores ha sido una práctica muy habitual a lo largo de la historia.
TIERRA DE MONASTERIOSLa ruta sigue en el Bages. Historia, mitos, geología y arte marcan la personalidad del peculiar macizo de
Montserrat.
La popular Moreneta, la
patrona de Cataluña, es una Virgen románica originariamente blanca, que ha ido oscureciendo por la degradación de los materiales y los pigmentos.
En Sant Fruitós encontrarás
Sant Benet de Bages, un icono evocador de la Edad Media para muchos de los autores de la “
Renaixença” y uno de los principales monasterios románicos del país. Una estima similar merece el
máximo exponente del primer románico catalán: la canónica de
Sant Vicenç de Cardona.
Ahora te proponemos volver a visitar salas llenas de nuestro mejor románico: no puedes perderte las
pinturas, las
esculturas y los
objetos litúrgicos del
Museo Episcopal de Vic. Pero en la capital de Osona hay muchas más cosas por ver: su centro histórico tiene joyas románicas como el campanario y la cripta de la
Catedral de Sant Pere.
La visita acaba a orillas del Pantano de Sau. En Masies de Roda culmina tu viaje conociendo el único monasterio benedictino de la comarca,
Sant Pere de Casserres, donde una exposición permanente difunde el estilo de vida de los monjes del
siglo XI.
¿Hemos conseguido inspirarte? ¿Tienes otras ideas interesantes para esta propuesta? Envíanoslas a través de Facebook o publica tus imágenes en Instagram con el hashtag #patrimonicultural.